Ahora todos en el mundo quieren tener su momento histórico aprovechando el escenario de la guerra Rusia – Ucrania. Nadie se quiere perder una foto / Arabia Saudí es el próximo encuentro / Nada funcionará si Rusia no es invitada.
Cada semana en la UE surgen cumbres y foros para llevar en masa a los lideres que la inmensa comunidad ha denominado “europeones”. Viajar, y hacer turismo, tomarse fotos, reír a carcajadas. Gritan al unisonó “apoyaremos a Ucrania hasta el fin” ¿hasta el fin de que? Eso nunca lo han dicho.
Ahora el turno según el medio The Wall Street Journal informa que Arabia Saudita organizará conversaciones en agosto sobre Ucrania y ha invitado a los estados occidentales, Ucrania y los principales países en desarrollo, incluidos India y Brasil. La reunión traerá a funcionarios de hasta 30 países a Jeddah el 5 y 6 de agosto, agregó. Otro gran paseo para otro gran encuentro,
¿Será tan vacío y pobre de estrategias pacíficas, tan lleno de quejas y miedos, amenazas y odios?
La guerra entre hermanos, rusos y ucranianos tiene que contar con representantes de ambos países en cualquier escenario, lo demás será perdida de tiempo, mejor, turismo y fotografías de los felices «vitrineros» término conque los españoles acuñan a los mismos «europeones»
Arabia Saudí y de su no tan transparente líder, ingresan al «jet set» de la guerra. Puede ser valido si se alcanza una nueva posibilidad para poner fin a la misma, lo demás ya no funciona.
El presidente de México, AMLO, insistió hoy en la invitación a Rusia para poner fin al «irracional» enfrentamiento y el mundo espera que se debata y se presione a cesar el fuego como primera avance hacia la paz.
Ya se avizoran ahora varios frentes, el esfuerzo de muchos para buscar la estrategia de paz, pero también otros y no son pocos, siguen empujando a crecer el problema. Pero también surge otro grupo de países que empiezan a cerrar la puerta a Ucrania, empiezan a defender su alimento.
La realidad de la guerra y las terribles consecuencias trae insospechados cambios, mientras ellos, los “vitrineros” acumulan millas y risas.