España entre la ira y el dolor, el país es ahora es una marea humana que se desplaza desde la capital a la zona cero de la riada para colaborar en las labores de emergencia y su despliegue que lidia con las consecuencias de la inundación más mortal de su historia / La solidaridad sustituye la intervención de un Estado que es superado por la tragedia.
Imágenes dantescas, más del 90% de los hogares del este de España afectados por las catastróficas inundaciones, cientos de hombre y mujeres de todas las edades caminan el desastre de Valencia, todos tiene afectaciones y apenas espontáneos se organizan alentando a superar el momento, todo vale, palas, escobas y fregonas para retirar barro y limpiar el residuo de la brutal DANA. Entidades y colectivos, amigos, compañeros o vecinos, los valencianos, la sociedad civil valenciana, dio ayer un extraordinario ejemplo de solidaridad y de movilización.
«La magnitud de la catástrofe no tiene precedentes», dijo el ministro de Transporte, Óscar Puente. El desastre ha llegado por el cauce del Turia que ha convertido a Valencia en una burbuja en la que sus habitantes asistían a la hecatombe en toda su área metropolitana. La festividad de Todos los Santos, que ahora se combina con la celebración importada del popular Halloween, fue posible ver a personas disfrazadas como si nada hubiera pasado mientras en los bajos del estadio de Mestalla se acumulaban montañas de ropa y alimentos, fruto de la solidaridad de miles de valencianos. Una corriente de colaboración y ayuda que llega también de otras partes de España.
La Administración pública completamente superada e incapaz de reaccionar con prontitud y eficacia ante un desastre natural del que aún es imposible saber el número exacto de víctimas mortales. No es una cuestión de ideologías, del aburrido partidismo electoralista al que nos han acostumbrado los representantes políticos. Es de sensatez, de sentido común.
Inexplicable que las Fuerzas Armadas con unos 120.000 efectivos apenas envíen un millar de ellos -los esforzados integrantes de la Unidad Militar de Emergencias-. Y que haya que esperar hasta tres días después para solicitar una nueva remesa de 500 soldados más.
Completamente insuficiente para las necesidades de mantenimiento de la seguridad, auxilio a la población, evacuación de mayores y enfermos, restablecimiento de infraestructuras, limpieza y desescombro.
Todos los activos personales y materiales del Estado a través de sus distintas administraciones deberían haberse puesto a disposición de los ciudadanos desde el primer momento. Cualquier otra variante es un fracaso colectivo, una evidencia de un mal funcionamiento de la estructura del Estado de las autonomías, de su distribución competencial.
Lo único positivo que puede extraerse de tanta insolvencia, aparte del grandioso espectáculo de la riada humana cargada de escobas y palas, sería que la inmensa tragedia sirva de punto de inflexión.
Científicos afirman que los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes en Europa y en otros lugares debido al cambio climático. Los meteorólogos creen que el calentamiento del Mediterráneo, que aumenta la evaporación del agua, desempeña un papel clave en la intensificación de las lluvias torrenciales.