La amenaza de cierre de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) ha sacudido fuertemente los cimientos del llamado «periodismo independiente» en América Latina, que se enfrenta al inmenso reto de continuar sin la fuerza vital que los hacía funcionar / Colombia es el país suramericano que más ha recibido dinero de la USAID en los últimos años. El monto asciende a 260 millones de dólares.
Los codiciados fondos de la USAID para el área de los medios «alternativos» e «independientes», generalmente se dirigían a periodistas, defensores de los derechos humanos y opositores a los gobiernos, con los que la Administración de turno en la Casa Blanca tenía mayores tensiones o incluso aplicaba medidas de presión para generar cambios políticos, con la ayuda de la prensa que pertenecía a su nómina.
Los tentáculos del organismo estadounidense han llegado incluso hasta el Gobierno, según lo reconoció el presidente colombiano, Gustavo Petro, en días recientes. La mayor carga de recursos se la lleva la asistencia humanitaria, en un país signado por un conflicto desde hace décadas. Sin embargo, también se destinan desembolsos a temas de género, ambiente, entre otros.
Entre los medios que admiten el origen de sus fondos, se encuentra La Silla Vacía, que incluye en su página web que la USAID aportó en 2023 45,9 % de sus ingresos.
Del mismo modo, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) recogió recursos de la agencia, según consta en una publicación de 2020.