Europa apenas se manifiesta con presuntuosas y apocadas palabras de Ürsula von der leyen que sólo ella y cuatro bufones más se creen. La desmedida descortesía de Macron, insoportable en su caído país y la ruin intensión del lamentable Schultz de culpar a Putin por las desgracias económicas de su país, son apenas una muestra de la pila de disimulos por los desaciertos que son fuente del desastre europeo.
En la Conferencia de Seguridad de Múnich tendrá a los ruines de Bruselas, contarán por enésima vez que Putin es el enemigo, el invasor y el exterminador del mundo. En el tercer año de la invasión de Rusia a Ucrania, Europa sigue con su “retórica barata”, jamás pensó en sí y por sí misma, nada que no fuera ordenado por Biden y exigido por Zelensky.
En general Europa ha perdido, algo que occidente no aceptó desde el comienzo y que la prensa independiente del mundo (LP7D) lo evidenció desde el inicio de la invasión rusa en 2022. Occidente se equivocó de cabo a rabo siguiendo las locuras de Joe Biden, pero ¿A caso está loco quien logra destruir a Europa y ponerla a los pies de EE.UU.?
Ahora Trump va a recoger el fruto de las torpezas europeas, la relación trasatlántica será renegociada por completo. El vicepresidente J. D. Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth, el secretario de Estado Marco Rubio, el enviado especial Keith Kellogg y varios otros están en la reunión ministerial de la OTAN, la Conferencia de Seguridad de Munich o ambas. El terreno cambia en Europa y Trump aprovechar el momento, dejando en claro que la fiesta ha terminado para los pupilos europeos de EE.UU.
Empecemos por la guerra en Ucrania. Volodomyr Zelensky, se ha estado preparando para acusar a los estadounidenses de apuñalarlo por la espalda. En Davos, Zelensky arremetió contra EE.UU. y Alemania, acusándoles de haber mentido cuando hicieron promesas de una futura membresía en la OTAN.
¿Siguió Zelensky con su desastre de traición? Pues una semana después dijo a la prensa de occidente que los líderes estadounidenses estaban exagerando la ayuda a Ucrania al referirse a los 177.000 millones de dólares que han asignado a la ayuda a ese país:
No sé a dónde fue a parar todo ese dinero. Quizá sea cierto en el papel, con cientos de programas diferentes (no voy a discutirlo), y estamos inmensamente agradecidos por todo. Pero en realidad, recibimos unos 76.000 millones de dólares. Es una ayuda importante, pero no son 200.000 millones de dólares. ¿?
Todo esto debe analizarse en el contexto político ucraniano. La guerra está perdida en el terreno para Ucrania y Zelensky no va a asumir la responsabilidad de sus fracasos. Tiene sentido que intente desviar la culpa hacia su principal patrón y presentarse como un patriota traicionado por un tercero desleal. Pero Trump ve esta desgracia y esfuerzo por echar la culpa a los estadounidenses como una buena señal: indica que Zelensky se está reencontrando con la realidad. Ucrania no se está uniendo a la OTAN y no está ganando la guerra. Como no es probable que lleguen paquetes de ayuda masivos, ha llegado el momento de poner fin a la guerra.
Los europeos sensatos saben que Trump habla en serio y se horrorizan. La exigencia de Trump que Rutte desde la presidencia de la OTAN intentando congraciarse para que los europeos destinen el 5% de su PIB a defensa ya es concebida como una píldora venenosa. Las principales potencias europeas nunca van a destinar el 5% de su PIB a defensa. Por tanto, exigirles que lo hagan las prepara para el fracaso, que podría utilizarse como justificación para retirar las fuerzas estadounidenses.
Trump derrama un jarro de agua fría sobre esta idea de las fuerzas de paz y empieza a enviar señales altas y claras de que no sólo se opone a la política, sino que las fuerzas estadounidenses se están retirando de Europa, en cualquier caso, y no estarán allí si el globo explota.