La campaña del expresidente y candidato republicano tiene el contagio de esa modalidad de democracia que imponen ciertos lideres y gobiernos. Democracia es hacerse elegir y luego democracia es hacer lo que se les venga en gana, encontrado para ello argumentos lícitos, pero también violatorios. “Tenemos que limpiar” dice JD Vance, que será el vicepresidente.
Donal Trump ha anunciado que se comportaría como un dictador. Es probable que los republicanos consigan mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes, la llamada “trifecta” gobernará. Un escenario perfecto para cumplir lo anunciado en campaña.
El “proyecto 2025” de Trump trae despidos masivos de funcionarios opositores, contradictores de su agenda, instituciones como Agencia de Protección Ambiental (EPA), Autoridad de Seguridad Alimentaria (FDA), Autoridad Tributaria o la agencia estatal contra la discriminación, cambiaran su personal.
Luego las deportaciones, será la mayor operación en la historia, Policía y Guardia Nacional, un ejército que expulsa a millones de inmigrantes ilegales y legales. Los economistas advierten de consecuencias en la agricultura, la industria y el sector de servicios que dependen del trabajo de inmigrantes.
Vendran recortes de impuestos para los ricos y las grandes corporaciones, aumentos de impuestos para la clase media. Restricciones al derecho al aborto. Cambio en ayudas estatales y trasformación financiera del Ministerio de Educación, Interferencia con la libertad educativa y sanciones para las escuelas que enseñan temas desagradables como el racismo y las identidades de género. Restricciones a la protección del consumidor y los derechos de los empleados. El fin del gran programa climático estadounidense IRA, que lanzó su predecesor Joe Biden, en favor de las grandes empresas de petróleo y gas fósiles.
El Departamento de Justicia (DOJ) en el caso de las migraciones, recibirá la ola de demandas por parte de organizaciones de derechos civiles, estados y empresas. El personal será crucial para Trump, necesita un Departamento de Justicia bajo su control, debe hacer del departamento su aliado de bolsillo.
En la guerra Rusia – Ucrania, Trump y su relación con Putin es de ‘amienemigos’. Trump ha creido en el presidente ruso incluso más que en sus servicios de inteligencia.
De la OTAN amenazo, si no se aumenta la contribución de los socios, EEUU saldrá y alentará a que los no aportantes sean atacados.
Más del 50% de los ciudadanos estadounidenses son partidarios de dejar de enviarle dinero al gobierno de Kiev, sucederá y Trump cobrará a Zelesnky una cuenta pendiente al negarse este a investigar los negocios de Biden y su familia en Ucrania.
El apoyo total a isarael, no pondrá ningún freno a los planes de Netanyahu con los palestinos.
Trump prohibiría a los estadounidenses invertir en China e introduciría de manera gradual una prohibición total a las importaciones de categorías importantes como artículos electrónicos, acero y productos farmacéuticos.
En nombre de la seguridad y en su lucha contra el fentanilo declará a los cárteles como: «terribles combatientes ilegales», lo que le permitirá ordenar al Ejército estadounidense atacar frontalmente a los cárteles de México.
«Cuando me fui, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos hubiéramos apoderado de ella, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo»
«perforar, perforar, perforar». Biden anuló los derechos de perforación de gas y petróleo en el Refugio del Ártico, volveran.
El mismo desconcierto existe entorno a Corea del Norte, Afganistan, Yemen, Siria… y al final en todas partes, Trump está devuelta y traerá cambios sin precedentes para un mundo nervioso que recuerda que el prometio que su adiós era solo un hasta luego.