Reino Unido anunció la puesta en marcha de un sistema de implementación de reconocimiento facial a nivel nacional. La Unión Europea exige a visitantes extranjeros un registro biométrico (datos, huellas, registro facial) a partir del 12 de octubre. Sin embargo, la implementación de un chat control que la UE intentaba imponer a más de quinientos millones de sus ciudadanos ha caído de momento. Gran victoria de la Libertad.

Cuando leímos a George Orwell en “1984”, surgían vacilaciones y reflexiones; hoy con certeza percibimos su razón. Un sistema de control absoluto para un poder absoluto. Pero una sociedad que parecía aletargada, despierta y evita que el 14 de octubre la vigilancia total terminara por socavar el último vestigio de dignidad que las elites intentan apoderarse, la dignidad del libre pensamiento y expresión.
Orwell, en “1984”, inspiró varias distopías posteriores. Era cuestión de tiempo que llegáramos hasta aquí, un futuro en el que una dictadura totalitaria interfiere hasta tal punto en la vida privada de los ciudadanos que resulta imposible escapar a su control. Un plan de crisis que relata: Estado vigilante, derechos humanos, libertad intelectual y totalitarismo. Está sucediendo ahora en RU y la UE. “En 2028 quien no este identificado digitalmente quedará aislado de la sociedad” dijo Bill Gates.
“1984”, escrita en 1948, plantea un mundo lleno de pantallas bidireccionales que captan movimientos y sonidos 24 horas: “Podían averiguar hasta el último detalle de lo que habías hecho, dicho o pensado; pero el interior de tu corazón, cuyo funcionamiento era un misterio incluso para ti, seguía siendo inexpugnable”. La vigilancia masiva, a la que nos hemos acercado casi 80 años después de vaticinada hasta imbuirnos en ella, trae pérdida de libertades, sometimiento extorsivo e inserción forzosa.
La imagen que más ha trascendido hasta hoy de “1984” es el cartel “Big Brother” o “Gran Hermano” que sigue con la mirada al protagonista en la calle. Esa imagen nunca se fue de mi mente. Unos ojos que hipnotizan, penetran el cráneo y trituran el cerebro, pulverizando convicciones e induciendo a la negación de la evidencia de los sentidos.
El otro golpe a la fragilidad memorística del sometido individuo es la manipulación de la información; se evidencia en “1984” la historia con imprecisiones de fechas y lugares; al no ser una ciencia exacta, los medios impúdicos ofrecen solo la versión de los triunfantes sin importarles la generación de desconfianza. Cada instante actualizan el pasado a su interés; “Quien controla el pasado, controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado” define Orwell en su novela como un lema del partido supuesto.
En Colombia, el discurso del presidente Gustavo Petro en torno a la violencia que se sucedía en los años 90 se recrea como si fuera hoy, en un ejercicio de marketing político y revolucionario cambia la historia y la hace fácil de manipular hasta para intervenir las más profundas creencias.
Una condición no menos nociva se produce con el apasionamiento obsesivo y tóxico de poderosas herramientas de sometimiento y control bajo pretextos de entretenimiento y satisfacción como Netflix. Encallados en una silla, subordinados y tolerantes, el incauto televidente huye de documentación seria y prolífica de los libros y de las crónicas periodísticas analíticas e independientes.
Desde 1990, en Colombia, con los servicios de La internet, TV y telefonía celular, empezamos gustosos a depositar toda nuestra huella en servidores sin garantía de “protección de datos”; apenas años después, una ley, cuando ya habíamos entregado todo.
Como colofón, un aspecto más se establece y es esa doble visión del asunto que surge desde nuestras ideas, creencias, acciones, entorno, identidad y emociones. Creemos estar informados sin saber, damos bandazos entre lo que sabemos que es verdad y lo que suponemos sean mentiras bien elaboradas. “Creemos en las dos opiniones, sabiendo que son contradictorias” escribe Orwell en 1984.
Las determinaciones actuales del Reino Unido y la Unión Europea son el objetivo último del control del mensaje, que a su vez es el fin absoluto del control masivo de los líderes. Se ha silenciado críticos, medios, universidades de investigación y organizaciones de defensa social. Apenas subsisten las voces de algunos que aún tenemos la libertad de pensar y opinar; a otros ya no les importa, ya están caídos en el discurso de sus líderes que les controlan bajo la justificación de un improbable cambio y más protección.
Coletilla: Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, anunció en la anoche de este miércoles 8 de octubre de 2025 que este mes hará el lanzamiento del euro digital; rastrearán cada pago, bloquearan compras, automatizaran impuestos, sin efectivo la dependencia del BCE será total.
Alemania hoy 9 de octubre de 2025 ha liderado un movimiento significativo y sorprendente en contra del intento de “Chat Control”. Se ha puesto en contra junto a ocho socios más para frenar el exabrupto. Francia y España buscaron la imposición junto a diez socios más, mientras seis socios permanecieron indecisos. Al menos por ahora es una gran victoria, se respira libertad y respeto por la intimidad del ser humano.
Pero el círculo se cierra y cada vez será más complejo el asunto; Por ahora todo parece haber caído, pero no dejarán de intentarlo.
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