El 29 de agosto de 2021, el huracán Ida azotó el estado de Luisiana a gran velocidad. Con vientos de 150 mph , los informes preliminares creen que es el quinto huracán más fuerte que ha azotado el territorio continental de Estados Unidos.
Como muestra la investigación, el impacto del huracán Ida golpeó justo en el pico de la temporada de huracanes en el Atlántico. Aquí hay una breve explicación sobre los conceptos básicos de los huracanes, cómo se clasifican las tormentas y cómo se ve una temporada de tormentas típica en la Cuenca Atlántica.
Vamos a sumergirnos.
Clasificando una tormenta
Los huracanes son tormentas tropicales intensas que se clasifican por la velocidad del viento. ¿Cuál es la diferencia entre un huracán, un tifón y un ciclón? Son esencialmente lo mismo, pero se nombran de manera diferente según su ubicación:
- El huracán se utiliza para las tormentas que se formaron en el Atlántico norte, el Pacífico norte central y el Pacífico norte oriental (que afectan a países como los EE. UU.)
- El tifón se usa para tormentas en el noroeste del Pacífico (impactando países como Japón)
- El ciclón tropical se usa para tormentas en el Pacífico Sur y el Océano Índico (impactando países como Fiji e India)
Dado que nos estamos enfocando en el Atlántico, usaremos el término huracán y / o tormenta en el resto de este artículo.
Una tormenta necesita alcanzar una cierta velocidad del viento antes de ser clasificada como huracán. Tormentas con velocidades de viento de:
- <73 mph se consideran tormentas tropicales
- Los vientos de 74-110 mph se consideran huracanes
- 111 mph + vientos se consideran grandes huracanes
- Rompiendo la temporada de huracanes en el Atlántico
Generalmente, los huracanes se forman en las cálidas aguas del océano en el Atlántico central y el Golfo de México, siguiendo los vientos alisios del oeste y subiendo hacia el continente de América del Norte. Los huracanes se forman cuando entran en juego estos elementos específicos:
- Una perturbación meteorológica preexistente, como una onda tropical.
- Agua por lo menos 80ºF (27ºC) con una profundidad de al menos 50 metros
- Actividad de tormenta
- Baja cizalladura del viento (demasiado viento puede eliminar el calor y la humedad que los huracanes usan como combustible)
La temporada de huracanes en el Atlántico dura técnicamente seis meses, comenzando el 1 de junio y terminando a fines de noviembre. Sin embargo, el 85% de la actividad ocurre entre agosto, septiembre y octubre.
Cada subregión del Atlántico tiene su propia climatología única, lo que significa que las temporadas pico pueden variar de un lugar a otro; por ejemplo, el sur de Florida ve la mayor cantidad de huracanes en octubre, mientras que la temporada alta de toda la cuenca del Atlántico es de principios a mediados de septiembre.
Cambio climático y huracanes
Según el Centro de Cambio Climático y Soluciones Energéticas, no está claro si el cambio climático aumentará la cantidad de huracanes por año.
Sin embargo, la investigación indica que el clima más cálido y las altas temperaturas del océano probablemente conducirán a tormentas más intensas, lo que en última instancia causará más daños y devastación.