Trump es impredecible, pero no cederá ante Europa y el permanente bloqueo a los acuerdos de paz / Europa insiste en una guerra a futuro contra Rusia / Ahora Rusia ha revisado el último documento de paz y la respuesta del presidente Vladimir Putin es contundente ante el manoseo de los líderes de la UE y pasa de una advertencia a una amenaza real.

No quiere Rusia una guerra con Europa, pero “si quieren llevar a cabo una guerra contra nosotros, estamos preparados ahora mismo para responder; acá no puede haber ningún tipo de dudas. La pregunta principal es si Europa empieza una guerra contra nosotros; no es Ucrania contra Ucrania, actuamos de manera quirúrgica, está claro, no se trata de una guerra, no quedaría nadie para negociar”.
Del plan de paz de EEUU de 28 puntos, mutilado por Europa y revisado por Moscú, si bien se desconocen los detalles exactos de las objeciones, un funcionario ruso ha indicado que Rusia no cejará en su empeño por adquirir todas las provincias de Donetsk y Luhansk, limitar el tamaño del ejército ucraniano y obtener el reconocimiento estadounidense y europeo del territorio capturado. Algo que Trump ha considerado viable.
Mientras Zelensky, desesperado, va por capitales europeas, rogando no abandonar a Kiev, Trump considerado el productor de «El futuro de Ucrania» desde Occidente, desestima a Zelensky en su cargo: “Me decepciona que el presidente Zelensky aún no haya leído la propuesta de paz” dijo Trump.
Que Moscú mantenga una postura maximalista no es sorprendente. A lo largo de este proceso, el Kremlin se ha mostrado conforme con su ganancia en el terreno; no hace concesiones. Trump dijo ante las posiciones rusas: «Dejen de luchar y no tomen más territorio». Es aún menos probable que el presidente ruso ceda ahora. Tras ver con qué disposición el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, accedió a las exigencias de Moscú, Putin no se conformará con menos.
Putin antes dijo que Donetsk y Luhansk acabarán por caer ante él, ya sean tomadas por la fuerza o entregadas como parte de un acuerdo. El presidente Trump instó antes a Zelensky a entregar el Donbás o a ser «destruido».
La situación actual de Ucrania es cada día más desafiante. El ejército ruso avanza a gran velocidad. Moscú acelera operaciones en momentos de negociaciones y proyecta su imagen de éxito; no es solo la creencia de Trump de que Ucrania está librando una batalla perdida.
Trump se impacienta; los estadounidenses insisten cada vez más en un «cese rápido de las hostilidades» seguido de una «estabilidad estratégica con Rusia». El equipo MAGA del presidente Trump ante el panorama desalentador de paz empiezan a desestimar la guerra como irrelevante para el electorado. Y ahora muchos saben que Zelensky es un «gran comerciante» que prolonga el conflicto para conservar el poder, está implícito en la extrema red de corrupción en Ucrania y Kiev es vista ahora como una carga financiera.
EEUU mantiene un programa de venta de armas a los aliados para que ellos envíen a Ucrania; fue diseñado por Trump y resulta ser un gran negocio. Además, interviene en la OTAN donde Mark Rutte, actúa como su agente, mueve cifras con socios que se suman, pero no contribuyen. Muchos estadounidenses tienen la imagen de la Casa Blanca de sí misma como «el idiota con la chequera».
Los líderes en Europa que se reúnen cada semana, pero no solucionan nada, siguen equívocos y nerviosos; empiezan a mirarse entre sí con desconfianza e ironía, crecen los discursos de acusaciones y desacreditación por parte de eurodiputados en contra de Úrsula von Der Leyen y Kaja Kallas y los ciudadanos que nunca eligieron la guerra no entienden porque ahora ellos tienen que pagarla, más aún preparar el futuro bélico que las élites han preparado. Días atrás, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que EEUU podría estar a punto de «traicionar» a Kiev, mientras que el canciller alemán, Friedrich Merz, advirtió que EEUU está «jugando» con Ucrania y Europa. Ahora el juego de Rusia y EEUU tiene menos riesgos y resulta fácil irse del lado acertado.




