Las dos máscaras sagradas que el Presidente de la República, Gustavo Petro, trajo de regreso hace dos semanas a Colombia desde Alemania, retornaron este miércoles al pueblo Kogui, de la alta Guajira, y fueron purificadas para que, con su magia, ayuden a consolidar la Paz Total en el país.
La vicepresidenta de la República, Francia Márquez, y los ministros de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, y de Cultura, Jorge Ignacio Zorro, entregaron la ‘Gran Máscara Solar’ y la ‘Máscara del Sol’, elementos sagrados que se utilizan en rituales y a los que el Pueblo Kogui atribuye el mantenimiento del equilibrio de la naturaleza.
Las dos máscaras Kogui se encontraban en el Museo Etnológico de Berlín y fueron adquiridas por Konrad Theodore Preuss alrededor de 1915 en Noavaka, en la vertiente norte de la Sierra Nevada de Santa Marta. En su reciente visita a Berlín, el Mandatario colombiano las recibió y trajo de regreso al país.
Frente a las constantes solicitudes del resguardo Kogui Malayo Arhuaco para la recuperación de estos objetos sagrados por su especial importancia ritual y comunitaria, las máscaras fueron entregadas por los funcionarios del Gobierno del Cambio en el territorio ancestral de la comunidad Tugueka, resguardo Kogui, malayo, Arhuaco en el municipio de Dibulla, La Guajira.
Dado que las máscaras hacen parte del patrimonio cultural del Pueblo Kogui, serán sus autoridades tradicionales y miembros de la comunidad quienes determinen cómo garantizar su conservación, de acuerdo con los usos tradicionales asociados a su Sistema de Conocimientos Ancestrales y a la Ley de Origen del Pueblo Kogui.
El significado de las máscaras
Los Kogui concibieron las máscaras como elementos para ser utilizados en rituales que se acompañaban con danzas y cantos. Según sus creencias religiosas, dichas máscaras son adquiridas con el permiso de las deidades a la que éstas se vinculan, principalmente relacionadas con los fenómenos y los seres de la naturaleza.
Ello sirve para la curación espiritual, la preservación del tejido social, así como el bienestar del propio pueblo y del mundo entero.
Sólo un mamo, un sacerdote de los Kogui, o su aprendiz está autorizado a utilizar las máscaras. Estos elementos deben permanecer siempre en el lugar sagrado y sólo pueden transmitirse de generación en generación.
Con información y foto de Presidencia.