En desarrollo de su labor de acompañamiento y su función de vigilancia preventiva, la Procuraduría General de la Nación solicitó la activación de las alarmas del orden nacional, como respuesta a la calamidad declarada luego del desbordamiento de las quebradas Marcelita y Estaquecá, en la jurisdicción de Quetame (Cundinamarca).
Las regionales de Instrucción de Cundinamarca y del Meta acudieron al Puesto de Mando Unificado, PMU, instalado en la vereda El Naranjal, y convocado por el gobernador del departamento, en el que pidieron intensificar las labores operativas de búsqueda y rescate, y conocer los avances en la formulación del plan de acción específico para la recuperación de este sector.
De igual manera, verificaron la atención que se ha dispuesto y brindado a los damnificados, los requerimientos para la reubicación de las familias afectadas, gestionaron la consolidación del censo y verificaron la situación de riesgo de las veredas del municipio de Guayabetal, los planes de evacuación y mitigación del riesgo.
Los funcionarios del Ministerio Público advirtieron que todavía existe un grupo significativo de personas que se rehúsan a abandonar la zona por su arraigo familiar y económico, por lo que se les debe prestar especial atención, y activar la ayuda psicosocial.
Finalmente, el ente de control aseguró que seguirá trabajando de la mano de las autoridades locales y del orden nacional en aras de evitar que durante la próxima temporada de lluvias se presente una situación similar, para lo que instó tomar medidas en las vías e incluso se considere su cierre si se generan alertas sobre eventuales calamidades.
Con información de la Procuraduría.