Si bien cada año se siente memorable cuando estás en él, hay pocos que se destacan cuando miras hacia atrás desde lejos. Pero 2020 y 2021 lo harán, y tenemos que agradecer a Covid-19 y sus infames variantes Delta, Ómicron y tal vez DeltaKrom.
La pandemia nos ha brindado a todos una experiencia compartida que se convertirá en un hito en nuestros recuerdos en los años venideros. Esos recuerdos serán fáciles o difíciles, dependerá de lo que sucedió, suceda y este sucediendo.
Las cosas podrían mejorar, haciendo que las restricciones de 2021 sean relativamente leves. Pero, las cosas también podrían empeorar, y 2022 pudiera ser la calma antes de la tormenta.
A pesar del dominio de COVID -19 de los titulares y nuestras conversaciones, también vale la pena recordar que la vida continuó y las personas hicieron las mismas cosas que siempre han hecho, quizás con algunos ajustes en la forma en que las hicieron.
Nuestra mirada retrospectiva a las cosas y las personas continuaron sucediendo. Quizás el más agradecido ha sido el planeta, respiro por meses y la fauna dejó su encierro sin temor.
Los campos de producción agraria siguen emanando gente a los centros poblados, grandes terratenientes ahora tecnifican, la mano de obra escasea aun pagándose con ventajas, otros apenas siguen siendo tenedores irresponsables mientras en algunos países la violencia traspasa dueños y poder.
El deterioro político abunda en las atrasadas sociedades latinoamericanas, la pandemia no ha resultado dañina a los corruptos intereses de familias y grupos políticos dominantes. Ahora los mismos corruptos vuelven a hacer elegir por los mismos corruptos que es el electorado que los ha elegido sin fin.
Todo sigue y ahora con más ambición, medios de comunicación apegados a la «teta» del estado, informan y desinforman, periodistas independientes vendiendo su alma al diablo, columnistas pagos para escribir en contra de sus beneficiarios y escudar su imparcial pensar.
Todo fluye en el ansia de la libertad de salir de sentirse libre al menos de pies, nada más trágico que la pandemia para quienes no han evidenciado lo trágico de su sociedad… en fin, tantas cosas, incluso las fiestas pasaron sin tanto alboroto por los contagios y las muertes
Es imposible saber qué traerá el 2022, pero los últimos dos años han demostrado que, sea lo que sea, podremos manejarlo sin demasiado alboroto.