El monarca era llamado “el príncipe mimado” o él “El tonto” Tiene gustos inhumanos, extravagantes, refinados y rutinarios. Los sirvientes no se callan.
El nuevo rey de Inglaterra acabó con el pequeño margen de simpatía en menos de una semana, extraños y grotescos gestos, y pataletas propias de un adolescente aun cuando tiene 73 años /LP7D/duna
Su cara de imbecilidad y molestia por un tintero mal colocado y la rabieta con palabrotas incluidas por mancharse de tinta durante una firma demuestran que el asco y el odio darán mucho de qué hablar.
Ya era populares los motes de “El tonto”, “príncipe mimado”, “tío orejas” entre los empleados que debían atenderlo, y buena parte de sus antojos han sido publicados en el documental Serving the Royals: Inside the Firm, realizado por Amazon Prime en 2015. Allí, un ex mayordomo revela detalles de los excéntricos pedidos.
Paul Burrell, quien fue mayordomo de la reina Isabel II y de la princesa Diana, contó parte de lo vivido puertas adentro en Clarence House con Carlos.
“Su pijama se plancha todas las mañanas, los cordones de sus zapatos se planchan, el tapón de la bañera tiene que estar en una determinada posición y la temperatura del agua tiene que estar sólo tibia en una bañera llena sólo hasta la mitad”, reveló el mayordomo.
Por si fuera poco, hasta le deben poner la pasta de dientes sobre el cepillo, incluso con una medida exigida por él: ¡Casi tres centímetros!
“Dondequiera que el príncipe se traslade por el mundo, la caja de desayuno va con él. Tiene seis tipos diferentes de miel, algunos mueslis especiales, su fruta seca y cualquier cosa un poco especial con la que sea un poco exigente”, contó el chef Graham Newbould, antiguo miembro del personal real.
Agregó que desayuna saludable, con pan casero, un bol de fruta fresca y jugos de frutas. Galletas, pero calentitas. Aunque son famosas y muy ricas las galletitas británicas, el hijo de Isabel II se acostumbró a comerlas tibias, tanto es así que el personal debe estar atento a calentarlas para evitar un enojo.
Revelaron que particularmente prefiere las galletas de avena y que tiene su propia producción, de modo que esas conservas surten sus casas de campo y castillos.
Otros extraños gustos tienen que ver con el envío de algunos muebles personales (Como cuadros o hasta la cama) a las casas vacacionales de sus amigos para estar más a gusto.
Aseguran que también ordena el traslado de su propio inodoro y el papel higiénico Kleenex Velvet a cualquier lugar que visita.
Otra revelación acerca de Carlos III, la hizo el chef real. McGrady quien soltó que cada mañana colocaba dos ciruelas y jugo en un tazón.
“El entonces príncipe de Gales únicamente comía una de las ciruelas y dejaba otra para que se devolvía al frasco. Cuando el chef decidió poner solo una, el ahora rey le reclamó y exigió las dos piezas… aunque nuevamente dejara una sin comer”, citó Los Andes.