Greenpeace dice «mayor victoria de la conservación de la historia». El Tratado otorga estatus de protección del 1,2 % actual al 30% de las aguas internacionales para el 2030.
El intenso daño causado por países que explotaran aguas profundas, pesca, minerales y trasporte marítimo, intenta limitarse /LP7D/ecoavant/
La alta mar está fuera del control de los gobiernos nacionales y prácticamente sin ley, a pesar de cubrir la mitad del mundo.
Al menos el 10% de la fauna marina esta en peligro de extinción, las tortugas marinas, los delfines, las ballenas entre otros, realizan largas migraciones anuales, cruzan fronteras nacionales en alta mar y están cada vez más amenazadas por la sobrepesca, la explotación comercial y la contaminación por productos químicos y plásticos.
«Proteger esta mitad de la superficie de la Tierra es absolutamente fundamental para la salud de nuestro planeta», «Esta es una oportunidad única en una generación para proteger los océanos, una gran victoria para la biodiversidad». expresan los biólogos Rebecca Helm y Nichola Clark
El tratado aún no es legalmente vinculante y está sujeto a la aprobación de cada país individual. Y la promesa de las naciones más ricas de proporcionar más fondos no está respaldada con cifras.
«cualquier actividad futura en los fondos marinos estará sujeta a estrictas normas medioambientales y de supervisión para garantizar que se realice de forma sostenible y responsable» dice la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos.