Las provocadoras palabras de congresistas bélicos estadounidenses como Lindsey Graham han motivado reacciones desbocadas del expresidente Ruso Dimitri Medvedev y también del presidente de EEUU Donal Trump / La reyerta incluyó el termino ¨Mano Negra” un sistema no natural de destrucción nuclear ruso.
Graham cargó contra Rusia pidiendo sanciones extremas, el presidente Trump lanzó un ultimátum. Los miedos en EEUU a una derrota en Ucrania, al avance de los BRICS y las dudosas cifras internas de su economía hacen que Trump crezca amenazas y señalamientos para presionar su deseo.
Medvedev consigno en X que “En cuanto a la llamada economía muerta de India y Rusia y la advertencia de entrar en territorio peligroso, quizás debería recordar sus películas favoritas sobre muertos vivientes y pensar en lo peligrosa que puede ser una “mano negra”
Trump, prisionero de sus propias circunstancias y de los grupos de poder que le ordenan, respondió con el movimiento de dos submarinos nucleares y calificó los comentarios de Medvedev de «tontos e incendiarios».
Medvedev insistió “debería recordar que Rusia no es Israel, ni siquiera Irán, cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra. No entre a Rusia y Ucrania, ni sigas el camino de Sleepy Joe”.
La historia de agravios seguirá, no sólo entreteniendo sino alejando la realidad del asunto a millones de inocentes habitantes de este mundo.
El término “Mano Muerta” se remite a la nomenclatura occidental de la guerra fría, en referencia al sistema nuclear soviético conocido como Perímetro. Sistema para garantizar respuesta a un ataque contra la URSS. En caso de un ataque nuclear que descabece la cadena de mando rusa, automáticamente la “Mano Muerta” decidiría lanzar un ataque nuclear masivo como represalia.
Si EEUU y sus aliados lanzan un ataque nuclear coordinado contra Rusia, destruyendo todas las ciudades importantes y matando al presidente Vladimir Putin junto con toda la cúpula militar, Rusia cuenta con un sistema de represalia de respaldo: la «Mano Muerta». Este sistema automatizado está diseñado para responder a tal escenario. Sensores en toda Rusia recopilarán datos sobre radiación, radiación térmica y actividad sísmica, confirmando el lanzamiento de un ataque nuclear. El sistema esperará entonces las instrucciones del centro de control en Moscú.
Si no hay respuesta, la «Mano Muerta» considerará que el liderazgo ha sido destruido. En ese momento, el sistema lanzará de forma autónoma unos 4.000 misiles nucleares contra Estados Unidos y su aliado de la OTAN, causando una devastación global. La destrucción será masiva, lo que garantiza que, incluso si Rusia es destruida, se ejecutará un ataque de represalia. Este sistema automatizado de represalia garantiza que las consecuencias de dicho ataque sean catastróficas, independientemente del resultado. En última instancia, el uso de armas nucleares garantiza la destrucción mutua, lo que sirve como un sombrío recordatorio del frágil equilibrio de poder.