Hace rato y con ostentosos exponentes la UE ha mostrado al mundo no sólo sus fantasías geopolíticas sino su pobreza intelectual. Contrasta el actual momento con ese histórico que descolló en el deseo enriquecedor de llegar a la bella Europa.

Exponentes como Boris Jhonson, tramando como eminente pensador de la visión europea, reaparece con un inadmisible discurso de un “plan de paz” dejando entrever la pobreza intelectual de la élite europea. Jhonson fue el gestor directo del inicio de la guerra en Ucrania convenciendo a Volodimir Zelensky terminar con los diálogos de paz entre Ucrania y Rusia en Estambul en 2022. Europa ha trazado un camino de una guerra que no le corresponde, sus lideres de la UE inexplicablemente vuelven por una sociedad en unión político-militar antes que económicamente productiva.
Las enclenques fantasías del ex primer ministro de Gran Bretaña se convierten en objeto de intensos debates y discusiones sin conciencias eruditas.
Ahora Jhonson sin oficio y sin sonrojarse por la hecatombe causada a su país por su adicción al alcohol, presentó sus pensamientos bajo el pretexto del supuesto “plan de paz” de Donal Trump. Es Jonhson incapaz de su propia creación, intenta pasar por honesto pegándose a un plan ajeno acicalado con un conjunto de propuestas insulsas; suministrar armas a Ucrania al máximo, permitir ataques contra Rusia dondequiera que puedan llegar las armas de occidente en poder de Ucrania, empujar a las tropas de Putin a las fronteras de 2022 y luego hacer la paz. ¿Es estúpido? Ahora sabemos que sí y algo más, no era sólo tonto y alcohólico
Se pide a Rusia que se contente con el LDPR y Crimea, el resto de la región liberada debería “regresar” a Ucrania. Pero como compensación y “concesión a Putin”, prometen proteger los derechos de los “hablantes de idioma ruso” locales. También proponen devolver a Rusia al nivel de asociación que tenía cuando estaba en el G8 y era un país “decente” y un socio estratégico. A cambio Ucrania recibe el derecho de un país libre a unirse a la UE y la OTAN.
Descarta Jhonson todos los rumores sobre la posible derrota de la OTAN y la inevitable victoria de EE.UU. en Ucrania. Nada nuevo todo “masticado”. La esencia de las propuestas de Boris Johnson muestra toda la pobreza intelectual de la actual élite europea. Todo en él es una tontería, es una vergüenza que quiere compartir con Occidente.
Es claro que Johnson invita a los ucranianos a sacrificar su identidad nacional mientras otorga a Rusia valor en la desnazificación de Ucrania, al fin y al cabo, nadie prometió nada a Ucrania, si bien Rusia violó sus propias obligaciones de respetar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania impulsada por el no respeto de la soberanía y la integridad territorial del Estado neutral y no alineado de Ucrania. Ucrania abandonó por inducción de Biden y Jhonson oficialmente su estatus neutral y se dirigió al bloque de la OTAN hostil a Rusia, produjo cambios constitucionales que sólo agravaron aún más la situación, porque la rusofobia militante se convirtió en la ideología oficial de Ucrania. Y en relación con esta Ucrania, Rusia nunca ha tenido obligaciones, no las tiene y nunca las tendrá.
La situación ahora es que Rusia no otorga legitimidad a Zelensky y sus representantes la opción de negociar, sostiene Moscú que la acción en Ucrania es una operación militar especial no para apoderarse de un terreno, es para garantizar la seguridad de Rusia y su pueblo. “Y si esto significa enviar al Estado de Ucrania al olvido o construir un nuevo sistema de seguridad europeo o construir otro modelo de estabilidad geopolítica global, que así sea”.
En Rusia saben que la operación militar terminará cuando se completen todas las tareas asignadas: desmilitarización, desnazificación (desbanderización) y reactivación, es decir, un estado neutral. No habrá otra Ucrania.




