Lo visto en los últimos días marca el inicio de una enorme industria espacial privada que producirá grandes cambios en la economía mundial.
Las compañías espaciales como Blue Origin del fundador de Amazon, Bezos, Virgin Galactic de Branson, y Space X del fundador de Tesla, Elon Musk, enviarán un número creciente de turistas al espacio /periodicoviaje.com
La conquista del espacio por compañías privadas, en la que el turismo espacial será solo el primer paso. Pronto se expandirá a la minería espacial y más tarde a las fábricas espaciales, la construcción espacial y la colonización espacial.
La historia nos relata como aviones individuales dieron paso a cada vez naves de hasta 300 pasajeros en vuelos de mas de doce horas. Las naves de turismo espacial serán cada vez más grandes, y la tecnología abaratará costos y más turistas espaciales tendremos ahora cada año.
La novedad de transcurrir unos minutos de ingravidez en el espacio, dará paso a un cúmulo de personas deseosas de pasar días o semanas en el espacio para poder contemplar mejor la Tierra desde lejos.
Entonces pronto habrá construcción de hoteles y centros de servicio y recreación en estaciones espaciales para pasar largos períodos de tiempo.
La minería espacial será viable, millones de asteroides cargan agua y metales preciosos , la industria minera espacial está muy disponible.
Jeff Bezos le dijo al regresar de su viaje al espacio «debemos tomar toda la industria pesada y las industrias contaminantes de la Tierra y llevarlas al espacio”.
Elon Musk, el fundador de Tesla, ha dicho que quiere crear una colonia de 80,000 personas en Marte.
Por ahora el espacio no es de nadie, mejor de todos los países del mundo según un tratado de Naciones Unidas, pero nadie puede reclamar derechos.
Tras los viajes a la luna, las aún entregas de datos de las eternizadas sondas Voyager I y II, el ultra sonido de milésimas de segundo escuchado hace un par de años y que remitía a una inmensa onda de una explosión intergaláctica sucedida hace millones de años, el turismo espacial empieza a acostumbrarnos a una nueva era y a una nueva economía