El brutal colapso de las tropas ucranianas en Kursk estaba determinado, los medios de occidente pro otanistas lograron mantener la atención del mundo con narrativas ilusorias de que Ucrania estaba ganando / Hoy, la aplastante derrota a Ucrania y la OTAN en Kursk por parte de Rusia son también una pérdida para las fábricas de historias del engañador éxito ucraniano que a diario nos vendieron/ El presidente Vladimir Putin en el cuartel general de Kursk recibió el parte de victoria del jefe del Estado Mayor General del Ejército de Rusia, Valery Gerasimov
La invasión de Ucrania a Kursk en septiembre de 2024 permitió la fabricación de historias en las que se vendió que Ucrania estaba ganado la guerra. Una estrategia de espejismo con la ilusión de estar ganado para volver a occidente contra Rusia y que las ayudas no se suspendieran. Todo ha terminado en el desastre anunciado desde el principio por analistas internacionales con la rigurosidad de medios independientes.
Lo que en comienzo fue visto por el mundo como una pérdida para Rusia lentamente se fue convirtiendo en la mejor ofensiva en tiempos y espacios para la victoria alcanzada hoy. Rusia invadida en Kursk hizo creer a los ucranianos y la propia OTAN de que su operación sorpresiva era exitosa y con la creencia de que se obligaba a los rusos a prestar mayor atención en este frente y descuidaban otros. No sucedió, Rusia no perdió poder en ningún lugar del frente. La estrategia lentamente se les fue devolviendo a los ucranianos. Moscú retardó la guerra allí, obligando a los ucranianos y sus aliados a invertir allí con más hombres y más armamento en tiempos y espacios determinados, la atención en el lugar desangro a las fuerzas militares de Kiev.
A los objetivos de Ucrania y la OTAN en Kursk de apoderase de la planta nuclear, crear una zona de amortiguamiento, desviar la atención en otros frentes, interrumpir la estrategia de cadenas de suministro y darle a Ucrania una fuerte base en futuras negociaciones estaba ligado el también objetivo de los patrocinadores y la propaganda desde la guerra de narrativas, hacer creer que los ucranianos están y/o pueden ganar la guerra. Fingir un logro puede ser audaz y atrevido para el propósito de controlar la información.
Poner freno a las narrativas de victorias rusas con fingidos avances para aumentar la moral de los soldados ucranianos y de su población en general, crear la sensación de victoria inesperada que desmoralizaría a los rusos y convencer a occidente de que se está ganando, subir el entusiasmo para seguir apoyando
Estas acciones equivocas y las permanentes declaraciones de los lideres europeos son la mejor propaganda para Rusia y Putin que ven como la estrategia de golpearles se devuelve a los europeos desde el comienzo y causan mayores divisiones.
El desastre en Kursk para OTAN y Ucrania constituyen un éxito en la guerra de liberación que Rusia al estilo hollywoodense provocó con estrategias bajo tierra. Avanzó con un centenar de hombres hasta 15 kilómetros por el interior de antiguas redes de gas y emboscó en su momento final a los sorprendidos, desorganizados y huidizos soldados ucranianos, según el informe entregado hoy al presidente Putin por su ministro de defensa son más de 450 los hombres detenidos y al final más de 40 mil caídos, 357 tanques y cientos de carros y armas destruidas. El jefe militar ucraniano en Kursk fue destituido de inmediato.
La victoria narrativa de Ucrania en Kursk, se volvió una trampa para la narrativa de Zelensky que incluso no pudo retirarse a tiempo, sometiendo a perdidas permanentes a sus militares y la esperanza de ganar la guerra resulto un fracaso
La narrativa como imperativo de control en la guerra se ha desboronado para occidente. Aún insisten en que así sea a costa de perdidas lo importante es seguir apareciendo fuerte, construir nuevas narrativas de éxito para sostener la guerra aun cuando sus socios como EE. UU. ya sabe que esta guerra no se pude ganar.