El ambiente laboral en casa u oficina acumula una importante fuente de estrés. Sumado las situación social, económica de salud en pandemia derivan en ansiedad, miedo perdida de tolerancia y una combinación letal para el organismo de una persona.
Las bolas antiestrés quizás son el juguete más conocido. Se tratan de unas pelotas del tamaño de la palma de la mano que tienen un tacto suave y flexible. Gracias a su composición, se pueden apretar fácilmente como si fueran masilla o darles forma, ya que después vuelven a su estado original. Este juguete puede llevarse también a todos lados y crea una sensación de alivio muy agradable.
Aunque existen varias técnicas psicológicas para lidiar con la ansiedad, una de las soluciones preferidas por su sencillez y efectividad a corto plazo es el uso de juguetes antiestrés. A pesar de que hay una gran variedad, su función es siempre la misma: descargar tensiones y despejar la mente.
Su efectividad ha sido probada en varias ocasiones. Ya en los años 90, una investigación de la revista científica Psychological Reports demostró que las personas que mantienen sus manos ocupadas con pequeños objetos se sienten más relajadas, atentas y despiertas. Para realizar el estudio utilizaron el famoso plástico de burbujas, aunque en la actualidad existen muchas otras alternativas reutilizables e insonoras.
Este juguete se ha convertido en todo un fenómeno viral en la red social TikTok. Se trata de un tablero de silicona con burbujas que se presionan y actúan como el plástico de burbujas de toda la vida.
La diferencia es que puede reutilizarse las veces que se quiera y que cuenta con un lado sonoro y otro silencioso. Es ideal para todas las edades y dado su reducido tamaño puede transportarse a cualquier lugar. Asimismo, además de “explotar” las burbujas también permite otras modalidades de juego, como introducir por el interior una canica para ir cambiándola de un agujero a otro o jugar con otra persona al tres en raya.
El cubo de Rubik es el rompecabezas más vendido en todo el mundo. Además de despejar la mente, también ayuda a fortalecer los conocimientos espaciales, la retención de información y la habilidad matemática. Hay cubos de todos los colores y tamaños, pero su funcionamiento es siempre el mismo.