La Organización Mundial de la Salud (OMS), informa que 58 millones de personas padecen una infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) en todo el mundo. La hepatitis C puede no producir síntomas durante años, más del 80% de las personas infectadas no saben que lo están y no reciben tratamiento /Cada año 1,5 millones de personas poseen nuevas infecciones y alto contagio.
El tratamiento basado en antivirales de acción directa (AAD) que puede curar a más del 95% de las personas afectadas. Por eso la OMS se ha fijado el objetivo de diagnosticar al 90% de los afectados y tratar al 80% /LP7D/unilabs/
OMS necesita programas de diagnóstico temprano y, a ser posible, una vacuna que controle su transmisión.
La vacuna no existe todavía pues la evolución del contagio ha dado lugar a ocho genotipos que se dividen en unos 90 subtipos distintos. Pero además tiene unas proteínas que pueden adoptar formas distintas, de modo que se diría que «se disfrazan» para no ser reconocidas.
El VHC no infecta a los ratones que pudieran permitir análisis de laboratorio adecuados para probar su eficacia. Utilizar la tecnología de ARNm, de forma similar a como ha sido aplicada con éxito en el desarrollo de la vacuna contra el SARS-CoV-2, nos conduzca a la solución definitiva.