Tras casi seis meses de destrucción y terror en Ucrania, Joe Biden y Vladimir Putin son los grandes responsables en su necesidad de reacomodar el orden mundial / Cada vez más miembros de la élite urbana de Ucrania mueren en el frente perdedor del Donbás. / Zelenski en su papel de bufón prosigue con absurdas e incendiarias solicitudes /La Unión Europea empieza lamentarse y se desborona.
/LP7D/globalestrategy
La atención informativa sobre la evolución de la guerra ahora ha perdido venta y los medios siguen entregando mala información y poco especializada, sin analistas abandonan la noticia, ya están pensando en ir a otro lugar del mundo que ellos puedan ayudar a incendiar.
Las conquistas evidentes ahora no requieren explicaciones militares, Rusia está ganando, Europa pierde y Ucrania se hunde en su propia sangre intentando vender una aparente resistencia y reconquista y con exigencias «simplonas «dé su presidente.
En tanto Rusia va por el control total del Donbás (Las repúblicas rebeldes de Luhansk y Donetsk) con estrategias disuasivas de ataque en otros frentes que incluyen Kiev y Odesa. La política de devastar para reconstruir, repoblar e integrar en Rusia –directa o indirectamente– estos territorios son firme y decidida.
En Ucrania, Zelenski ordena abandonar todo el Donbás lo que anticipa una resistencia militar. La población sin suministros básicos de alimentos y gas huye dejando un vasto territorio para la guerra abierta con el anuncio de un insufrible invierno.
Para Rusia el conflicto termina cuando se declare la liberación del Donbás (Luhansk y Donetsk) con grandes y ricas regiones agrícolas e industriales y salidas portuarias al mar muerto. Ajusta el sistema de estado de facto prorruso como el aconteció hace 30 años con la liberación de la autoproclamada República de Transnistria. La celebración de referéndums de autodeterminación en el Donbás sancionaría el estatus final (independencia o unión con Rusia, como Crimea).
Otra posibilidad para Moscú sería la ampliación de las operaciones a Odesa para conectar todo el corredor este-sur de Ucrania –con Crimea– y cortocircuitar la salida al mar de Kiev. De esta forma, Rusia controlaría todas las fronteras de su vecino, incluyendo el norte con su aliado Bielorrusia y el oeste parcialmente, desde la mencionada Transnistria con el XIV Ejército ruso allí establecido.
Las sanciones de la UE no están ofreciendo los resultados esperados. Europa está asumiendo su descontrol histórico y la extrema dependencia energética de Moscú.
La UE sigue condicionada por Estados Unidos a romper su integridad abriendo el camino a Ucrania, Georgia y Moldavia de integrarse a algo que se está desintegrando y que beneficia a Rusia.
Las disensiones internas entre Estados pueden acentuarse en el seno de la UE, ya lo ha establecido Hungría. Italia tras la caída de Draghi está ahora más cerca de Putin.
Biden luce lento y obligado, la visita de Pelosi a Taiwán son una muestra de ello, sin importar la implicación de ¿desafío o atropello? está perdido.
Rusia a modo de advertencia invita a trasladarse a residir en su territorio (energía barata, mujeres bonitas, economía a prueba de sanciones, hospitalidad, tierra fértil, cristianismo, respeto a los valores y culturas) avisa en estos términos: “Winter is coming (el invierno llega)”.