“La guerra económica no es una palabra vacía y Europa la está perdiendo” dijo el ex premier italiano Mario Draghi / Dragui el salvador de Europa en 2012 con “cueste lo que cueste” es escueto en la descripción de la situación actual de Europa, atrapada entre la ausencia de su mejor socio Rusia, una China expansiva y unos EE.UU. cada vez más depredador y proteccionista.
Europa debe marcar una nueva ruta que le permitan la reactivación de la competitividad, la presidenta de la Comisión, hoy la presidenta dela UE Úrsula von der Leyen volverá sobre las propuestas de Dragui para salvar a Europa.
«Hoy invertimos menos en tecnologías digitales y avanzadas que EE.UU. y China, incluso en defensa, y sólo tenemos cuatro actores tecnológicos europeos entre los 50 principales del mundo» dice Dragui
«Las reglas del mercado no permiten que el precio de la energía renovable y nuclear se desvincule completamente de los precios más altos y volátiles de los combustibles fósiles, lo que impide que las industrias y los hogares repercutan todos los beneficios de la energía en sus facturas de energía limpia»
La energía es la gran situación de conflcito en Europa, su desventaja es evidente frente a sus competidores. Haber perdido a Rusia como socio energético está costando mucho. El precio de la electricidad es «entre dos y tres veces mayor» en Europa que en EE.UU. lo que pesa mucho sobre la competitividad de las empresas europeas.
Draghi esboza soluciones para sacudir la arquitectura institucional de la UE, sugiere establecer mercados separados por fuente de energía: renovable, nuclear, gas, carbón. Una idea que, de adoptarse, constituiría una auténtica revolución en el sector, pero también un retroceso.
«Restaurar nuestra competitividad no es algo que podamos lograr solos o luchando unos contra otros», “Esto requiere que actuemos como Unión Europea como nunca antes lo hemos hecho”, «una plataforma europea dedicada a los minerales críticos, principalmente para compras conjuntas, asegurar un suministro diversificado, agrupar financiación y acumular reservas» dice Dragui acercandose a un “federalismo pragmático e ideal”, aunar aún más sus inversiones futuras y mayor rigor presupuestario a los socios. Países como Alemania no sólo lucen escepticos sino desconfiandos.
“Si queremos lograr una Unión de los Mercados de Capitales, los Estados miembros deben poner fin a sus luchas internas y comprometerse con una verdadera agenda europea» insiste Draguí.
“parálisis, salida o integración” es el destino que Dragui avisora ante las crecientes amenazas externas. Pero muchas situaciones ya no son sólo amenzas, ya estan evidentes y particularmente desde la invasión rusa a Ucrania y la intervención de Europa empujada por EE.UU. La parálisis ya no es una opción viable y diria racional. En cuanto a la salida, la experiencia del Brexit ha mostrado sus límites, el alto costo y las consecuancias hunden la economia de Londres. La integración surge como el más palpable camino y que los ciudadanos europeos esperan de su lideres
«Creo que los europeos están más preparados que hace veinte años para emprender este camino» insiste Mario Draguí, preparados o no deben hacerlo, no hay más camino, hacercen competitivos, autónomos, ganar el respeto del mundo que hoy los contempla como un vacacionadero costoso y peligroso.