La extraña situación del continente en donde todos quieren que la guerra termine menos sus lideres / Europa aislada y subestimada en la tripolaridad geopolítica de EE. UU., Rusia y China que hacen el Nuevo Orden Mundial / ucranianos dispuestos a aceptar concesiones territoriales para alcanzar la paz

El primer ministro de Dinamarca argumentó que la paz puede ser más peligrosa que la guerra, así que esto supone un gran cambio en la UE que se vendió como un proyecto de paz, desde los años 90 los rusos contrastaban la UE como el buen occidente frente a la OTAN como el mal occidente.
Las propias narrativas europeas desde los imaginarios maquiavélicos han generado pánico entorno a un enemigo supuesto e impuesto, se lo han creído por interés hasta convertirse en una ideología “Rusia malo” y pasa por un interés de dependencia de EE. UU. y la idea “tonta” de que Rusia está intentando restaurar la Unión Soviética.
La confusión es total en mí, queriendo a Europa por haberla recorrido, estudiado y laborado en sus universidades habría esperado más de Europa. Siempre preferí a Europa, nunca hubo punto de comparación histórica, cultural, social y económica… pero ahora de repente ella está dividida internamente hay mucho sentimiento antiguerra en sus habitantes, no así en sus lideres. Millones siguen las voces antiguerra del ministro Orban de Hungría y el ministro Fico de Eslovaquia con sus voces antiguerra. Pero desde Bruselas hacen lo contrario, quieren la guerra y desoyen a la inmensa mayoría que según encuestas de opinión pública no quiere la guerra, a Bruselas insisto, no le importa incluso ante la creciente impopularidad de sus jefes. La economía aparece como el referente más cruel de la guerra, la contracción que vive Europa tras abandonar a su más grande socio con el bajo costo de gas marcó el inicio de su debacle política.
En Alemania el partido gobernante de Scholtz y su coalición colapsó, en Francia Macron es absolutamente impopular. Desconcierta y confunde queriendo asumir como líder de la UE es despedido con humillación por la Casa Blanca.
Europa se pierde desde la Cumbre de 2008 en Budapest cuando de manera reticente sigue la línea de EE. UU. sobre la ampliación de la OTAN buscando la llegada de Ucrania y Georgia. Ya estaba definido y Europa no hizo nada.
Europa igual acepto el golpe en Ucrania en 2014 que condujo el cambio de regimen impuesto por EE. UU. pese a que un día antes los ministros de la UE hubieran negociado lo contrario, y Europa de nuevo no hizo nada, siguió domada la ruta estadounidense.
EE. UU. liberó un juego de expansión desde ese 2014, apuntando a debilitar a Rusia con una política de molestar con propaganda, provocar imprudentes declaraciones de diplomáticas hasta llevar la guerra. Una guerra imposible de ganar en el campo de batalla incluso con el apoyo de la OTAN y la UE. Así que hablar en los términos de guerra en que se está hablando es un absurdo mayor.
Otro claro ejemplo de desatención es que Europa instó a los países bálticos a comportamientos desagradables con Rusia. La mayoría de sus poblaciones pertenecen a etnias rusas a las que se les impidió aprender y hablar el ruso, eliminó las escuelas y reprimió asociaciones políticas y culturales. Escuchar a Kaja Kallas, ex primera ministra de Estonia y ahora jefe en la UE es un claro ejemplo de ataques vociferantes y ruso fóbicos. Los bálticos creyeron siempre en estar protegidos por EE. UU. ahora se dan cuenta que no, equivocaron el camino, enfrentar con el deseo de despedazar a Rusia su poderoso vecino, no es inteligente.
Europa no diferencia entre lo que dice Donal Trump de ir por Groenlandia y lo que hace Vladimir Putin a pesar de su invasión no va por Ucrania. Algo pasó y no sabemos qué cuando en las primeras semanas de guerra los rusos estuvieron en las goteras de la ciudad y abruptamente abandonaron. La narrativa europea de que el ejército de Ucrania expulsó al ruso ya no es creíble, algo más pasó y el mundo no lo sabe.
¿Cómo se entiende que el primer ministro de Dinamarca desconozca que su seguridad nacional es primordial y se alineé en la guerra continúa y ser tan ajeno a lo que realmente está cambiando la geopolítica de su país con la amenazante perdida de Groenlandia?
¿Por qué los lideres europeos no han querido abrir una discusión directa con Moscú? ¿Por qué son tan temerosos y se creen inferiores? ¿Por qué huyen a la política de discusión de seguridad colectiva y no atienden discusiones para alcanzar entendimientos desde diferentes puntos de vista? ¿por qué las líneas de comunicación que son el mejor canal de la diplomacia no les interesa y se enquistan únicamente la guerra?
EE. UU. después de tres años de guerra y de inacción política y diplomática de Europa tomó el control, abrió el camino con Rusia. ¿Por qué Europa con sus casi 700 millones de habitantes, vecina de Rusia y socia comercial más importante viene ahora a rogar por un puesto en una mesa de negociación que no quiso implementar y si cuando EE. UU. con 350 millones de habitantes y un mar de por medio lo ha hecho?
Las respuestas conducen a una sola respuesta, Europa no quiere la paz, le tiene pánico a la paz.