Después de la emergencia, también hubo un terremoto
La Isla Grande de Hawaii se estremeció cuando su volcán Keelauza hizo erupción. Ubicado en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawaii, se considera el volcán activo más activo de la Tierra.
La erupción de ayer levantó al aire decenas de miles de toneladas de cenizas y polvo, que se asentaron en el territorio donde viven unas 185 mil personas que por las grandes cantidades de ceniza en el aire tendrían problemas respiratorios y causar irritación ocular severa.
Desde principios de la década de 1980 del siglo pasado hasta 2018, las erupciones se sucedieron literalmente una tras otra e incluso llevaron a un cierre prolongado del parque nacional: las emisiones de cenizas volcánicas alcanzaron alturas de más de 9 kilómetros.
Al mismo tiempo, unas 700 casas fueron destruidas, una de las aldeas fue borrada de la faz de la tierra y una gran área fue enterrada bajo una capa de lava, cuya altura en algunos lugares excedió la marca de veinte metros. Muchas carreteras del parque nacional quedaron completamente destruidas
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