Emmanuel Macron se hundió en las elecciones parlamentarias francesas. Marine Le Pen ha ganado, pero deben asistir a una segunda vuelta / Ha sido una humillación grande como su asombroso ascenso hace siete años/ Macron enfrenta la amarga y dolorosa realidad, salvará algo, evitará la muerte. Nadie apuesta el cómo.
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Macron «No se puede imaginar un desastre más completo». Una ¡catástrofe! “Emmanuel Macron lo tenía todo o casi todo: el Palacio del Eliseo y tres años por delante; una mayoría, relativa, pero todavía mayoría» según los medios francos. Su partido de centro ha sido un grupo en orden con una base de votantes sólida; una imagen personal empañada pero una autoridad incuestionable. De manera increíble para unos y absolutamente predecible para otros ahora pierde todo.
En 2017, Emmanuel Macron afirmó que neutralizaba las extremas en una apuesta “progresista”. Siete años después se propuso acelerar su propia muerte. La operación de “esclarecimiento” que lanzó al día siguiente de las elecciones europeas y que fueron desastrosas para los gobernantes, terminó ayer domingo con una caída desastrosa y vergonzosa.
El resultado es apenas el debilitamiento de la autoridad presidencial que él mismo Macron provocó por lo menos a la vista internacional, su condición belicista empujando a Europa a crecer la guerra en Ucrania y el angustioso discurso en la Sorbona de no dejar morir a Europa nunca se entendió del todo, al final le ha cobrado internamente también.
Macron aumentó el repudio mundial, es vilipendiado en Francia por su forma de gobierno y sus políticas, la perdida del control sobre el partido que fundó y de compañeros que quieren aislarlo y sucederlo. Macron ya acabó, ahora ¿alguien podrá detener a Le pen, ganadora en primera vuelta de las elecciones parlamentarias de ayer?. Seguro él no.
El penoso tercer lugar de su Partido del Centro son la realidad de Macron, también se entiende que las sociedades son difíciles de centrar, tienden más por los extremos, la derecha y la izquierda lo superan, un cruel resultado que ahondó la crisis tras reciente perdida en elecciones al Parlamento Europeo y que actuaron como presión.
Macron se suicidó avivando el miedo a un conflicto mundial y sus propias políticas antisociales y la aplicación despiadada de leyes controvertidas como el aumento de la edad de jubilación y la negación de los problemas en las regiones rurales y la periferia.
Macron vio las elecciones anticipadas como una especie de referéndum sobre sus políticas a mitad de su segundo mandato. Pero claramente sobreestimó su fuerza, se creyó infalible y los franceses han cobrado.