Al presidente de EEUU le parece importante que el partido del condenado presidente hondureño Juan Orlando Hernández gane las elecciones / Hasta último momento los resultados ofrecen el triunfo al conservador Nasry “tito” Asfura / Trump prometió trabajo conjunto para “luchar contra los narco-comunistas” y enfrentar al régimen venezolano de Nicolás Maduro.
El apoyo de Washington llegó acompañado del anuncio de un futuro indulto al expresidente Hernández, condenado a 45 años por narcotráfico en EEUU. La administración Trump ha estallado pequeñas embarcaciones de narcotraficantes latinoamericanos dejando más de 80 muertos, de manera sorprendente ha decidido indultar a uno de los mayores traficantes de cocaína de todos ellos. Esto parece no tener sentido.
Los narcotraficantes son narcoterroristas; han insistido desde EEUU con lo que justifican los ataques a lanchas presumiblemente cargadas de narcóticos. Pero Hernández fue condenado por importar 500.000 kilos de cocaína a EEUU. Y Trump ahora dice: «Felicitaciones a Juan Orlando Hernández por su próximo indulto».
Como presidente, Hernández recibió millones de dólares de organizaciones narcotraficantes en Honduras y México por proteger y permitir el paso de toneladas de cocaína a EEUU entre 2014 y 2022. Suena como el mismo tipo de amenaza —o terrorismo— que Trump está tratando de utilizar como justificación para una acción militar en Venezuela.
«Trump acusa al presidente venezolano Nicolás Maduro de conspirar para inundar EEUU. con drogas mortales a través del “Cártel de los Soles”, pero lejos de indultar a Maduro o elogiar a sus acólitos, como (promete) con Hernández, Trump se ha acercado a una intervención militar para derrocar a Maduro.
Entendemos que la diferencia aquí es política e ideológica. Maduro es socialista y no quiere hacer negocios con Washington. Hernández fue tolerado, si no preferido, por las administraciones estadounidenses anteriores, desde Obama hasta la primera presidencia de Trump, porque él y su Partido Nacional eran favorables a las empresas, anticomunistas y apoyados por los neoconservadores que ahora se oponen a Maduro.
Hernández fue cohonestado por Washington ante sus crímenes, que no solo incluían las drogas, sino también abusos de los derechos humanos contra su pueblo a través de los militares y la policía, fraude electoral, malversación de fondos del sistema de seguridad social del país y del Banco Mundial, e incluso se jactó en un momento de que estaba desviando fondos internacionales a través de ONG falsas. Una historia similar a la de Maduro
Nasfura enfrenta a lo que él llama el «narcocomunismo». La actual presidenta, Xiomara Castro, ha hecho todo lo posible para congraciarse con Trump, incluyendo «políticas de mano dura contra la delincuencia similares a las que se observan en el vecino El Salvador bajo el liderazgo de Nayib Bukele, aliado de Trump».
Medios de EEUU expresan que las elecciones estuvieron plagadas de temores de «fraude, protestas masivas e incluso la amenaza de una represión militar»; la posición de Trump y otros neoconservadores de Washington está agregando otra capa de volatilidad.
Seguimos de cerca el proceso electoral hondureño que ha tenido alta participación ciudadana y que aún no se pronuncia sobre los retrasos en la publicación de resultados que mantienen al país “en ascuas”.




