Exitosa y fructífera resultó la Cumbre de Integración Latinoamericana y Caribeña, que tuvo lugar en el Congreso de Colombia, y que contó con invitados de los cuatro Parlamentos: Andino, Latinoamericano, Mercosur y Centroamericano, y convocó, de hecho, parlamentarios de la región andina con propósitos específicos, según le expresó la Presidenta del Parlamento Andino, senadora Gloria Flórez, Pacto Histórico, como son: “Trabajar con los congresos de nuestros países una agenda común, que nos permita responder a desafíos como crisis climática; crisis social y económica que se ha acentuado con la pandemia y con la devaluación de nuestra moneda; migraciones de todo el continente, y, consecuentemente, la situación en materia de derechos humanos que viven los migrantes; y buscar respuestas comunes frente al crimen trasnacional como la trata de personas, el narcotráfico y otras economías ilegales”.
En tal virtud, ratificó contundente la Presidenta del Parlamento Andino, “nos reunimos, por que la CELAC, que es el espacio de integración de la América latina y Caribeña, necesita un soporte, con la voz de los pueblos, a través de los parlamentos de cada país, a fin, precisamente, que América latina y el Caribe tengan una posición decidida y efectiva”.
Por su parte, el Presidente del Congreso de Colombia, senador Roy Barreras, Pacto Histórico, expresó vehemente: “Corresponde a nuestros congresos, exhortar a nuestros jefes de estado, para que la próxima Cumbre de las Américas avance en un tratado de integración, que debe contener, entre otras cosas, reformas constitucionales simultaneas vinculantes, para darle vida al Parlamento Latinoamericano, decidir por los congresos, o firmado como un tratado que ratifique el desarrollo”…
Optimista, Barreras precisó, “yo espero que se proponga la unificación de una moneda, que nos de solidez, y que no nos obligue a seguir esa dependencia de la fluctuación de las grandes economías, y de las monedas extranjeras, con monedas nuestras fragmentadas, víctimas de las políticas externas.”
Se concluyó en el importante evento, que los países latinoamericanos pueden analizar la situación, con las cifras de devaluación de nuestras monedas y el crecimiento de la divisa del dólar; que somos inermes, ante las decisiones de los Bancos Centrales Europeos, Norteamericanos o Asiáticos; y, por último, que entre los principales bancos del mundo, seis chinos y cuatro norteamericanos, no hay uno solo latinoamericano, y que por tal razón, este momento es la oportunidad de Latinoamérica de convertirse en potencia económica, con una moneda única, que permita estabilidad y fortaleza a las economías del sector. Todo esto es un proceso, y la decisión estará en el trabajo conjunto de los gobiernos.
Con información y foto del Senado.