Tres días después no se sabe si los republicanos han logrado arrebatarles la mayoría a los demócratas en una o incluso en ambas cámaras. La demora en algunos estados por lo demasiado reñidas las elecciones obliga que se cuenten todas las boletas.
Los escaños del Senado todavía están abiertos en tres estados. En Nevada y Arizona, hay fuertes indicios de que los demócratas y los republicanos eventualmente ganarán un escaño cada uno /LP7D/
Los republicanos tienen según el conteo electoral 49 escaños en el Senado y los demócratas 48. Ambos partidos necesitarían cada uno dos escaños más para controlar la cámara más pequeña del Congreso estadounidense. Cincuenta senadores serían suficientes para los demócratas, porque entonces la vicepresidenta Kamala Harris podría emitir el voto decisivo en las tablas. Los republicanos no tienen actualmente una vicepresidenta. Por lo tanto, necesitan 51 votos para la mayoría.
Aún restan por contar unas 120.000 papeletas. De acuerdo con la ley electoral vigente, las papeletas que lleguen hasta el sábado también serán consideradas si tienen matasellos a más tardar el martes. Las áreas alrededor de las ciudades más grandes, Las Vegas y Las Vegas, se vieron particularmente afectadas.
En la cámara más grande del Congreso, los republicanos tienen actualmente 211 escaños y los demócratas 198. Por lo tanto, los republicanos están bien encaminados para lograr los 218 escaños necesarios para la mayoría. Sin embargo, el estado con las elecciones a la Cámara más destacadas es California. Todavía hay 16 carreras que no se han contado por completo.
Por otro lado, cada vez son más las personas que votan por correo y no acuden al colegio electoral el día de las elecciones. En Nevada y California, las boletas se envían por correo a todos los ciudadanos registrados como votantes; en Arizona, requieren una solicitud única. Sin embargo, contar estos votos por correo lleva mucho tiempo. Primero, la firma en cada sobre individual debe compararse con la firma que está almacenada en el archivo del votante. Solo cuando esto se haya hecho a su entera satisfacción, se podrá retirar y contar la papeleta. Si hay objeciones, los votantes suelen tener varios días para aclararlas personalmente en el lugar. Si hay una falla como en Arizona, donde se repartieron papeletas que las máquinas no podían leer porque la presión era demasiado débil, esto retrasa aún más el proceso.