Te van a borrar; sucede con frecuencia cuando sostienes tu independencia y objetividad al informar. / Si ya no tienes la posibilidad de publicar tu opinión ahora, estás ganando, estás creciendo; ellos se lo están perdiendo / Tu libertad de opinión cuenta para un reducido grupo de pensadores.
Un periodista de Colombia es sacado de su cargo por segunda vez de una agencia de noticias en EEUU, presumiblemente por no haber accedido a publicar información de contenido pactado. Sucede a diario y en todas partes; algunos lo consideran natural, pasar por encima de las decisiones de tus jefes te costará el puesto.
La obvia determinación empresarial, alertará tú condición, el periodista eres tú, no ellos; ellos son empresarios y poco o nada estiman el valor intrínseco de tú ejercicio. Hacer o no parte de equipos manoseados es hoy apenas una posibilidad de subsistencia y acomodo cursi.
Las plataformas digitales son la alternativa libre, independiente, selectiva y de gran alcance; no tendrás los likes del imbécil lamiendo inodoros, pero en un mundo para privilegiados fuera de la majadería, tu información resultará valiosa, tu opinión caerá entre quienes pueden favorecer tu trabajo y el fortalecimiento del pensamiento crítico que te permitirá ingresar en el arte de la información como el pintor a sus cuadros o el músico a sus pentagramas, será trascendental, la palabra escrita conecta con la audiencia selecta, agranda y satisface la intimidad que se comparte con los más profundos sentires del espíritu del pensamiento y la opinión.
En LP7D hace una década; la independencia nos dio el carácter para curar información y hacer un periodismo lento, innumerables fuentes de información e indagación, una selección natural en gestión y expectativas de lectores y editores. Innovar desde la transformación de contenidos.
En este oficio de periodista-editor-curador, se dejan de recibir y responder correos cuando la crítica rasga sustancialmente el ejercicio ético y afecta los principios de informar con autenticidad, precisión, independencia y responsabilidad. Proteger la veracidad, la imparcialidad y la calidad de contenidos establece la diferencia. Queremos hacer lo mejor cada vez.
Como editores y escritores, de hecho, nos cancelan artículos en publicaciones con las que hemos tenido una relación continua de intercambio informativo con temas a nuestra discreción o sugeridos en opinión. La información curada no necesariamente se enmarca en evadir o excusar, atacar o defender; es simplemente un ejercicio diáfano bajo una mirada soberbia y crítica.
También hemos sido censurados y sin explicaciones, nunca una palabra del editor y una relación a prueba que puede ir en deterioro. ¿Querrás seguir tratando con alguien que te desconecta? Es imperativo en crítica terminar casi siempre en buenas relaciones personales. Pero cuando se silencia o te llenan de disculpas, es obvio que transitan otro camino.
La osadía la vivimos con la bondad perversa de un editor que se disculpó por ignorar nuestros correos y nos pidió otra columna… nunca la publicó, fue su libertad de hacerlo. Nadie está reducido a nadie.

Un periodista de Colombia es sacado de su cargo por segunda vez de una agencia de noticias en EEUU, presumiblemente por no haber accedido a publicar información de contenido pactado. Sucede a diario y en todas partes; algunos lo consideran natural, pasar por encima de las decisiones de tus jefes te costará el puesto.


