Los europeos tienen una crisis de racionalidad y sentido común / Europa arrasada por su relativismo se olvidó de crear y se está preparando para obedecer. / Europa perdió su dignidad, forjada en una cultura de actitud y aptitud / Esta vieja Europa hace ya tiempo que lucha por eliminar sus mismísimas raíces.
Cuando vemos a EEUU, a China y a Rusia, entendemos el porqué de su poder. Se perfilan como las únicas superpotencias del siglo XXI en contextos diferentes pero soportados en la defensa de sus propósitos fundantes y el desafío de la ciencia y la tecnología que provocan subordinación.
Con relativa probabilidad algunos estados como Corea del Sur y los aliados BRICS, refieran un futuro de progreso y dominación. De Europa, solamente se avizora desde su equivocación. Incluso abandonar sus propias raíces ha hecho que la UE cada vez este más agrietada, si bien existen políticas de integración asociada no es menos cierto que sus socios propenden por la defensa de su determinaciones sociales y culturales que son en esencia su razón de ser y que no están dispuestos a perder.
Si bien los europeos en su conjunto aún conservan una gran aptitud, perdieron su actitud; antes alardeaban de una gran virtud, su capacidad de sobreponerse desde las cenizas de su desgracia y ofrecer un histórico museo de la historia de la humanidad, pero se alinearon en la normatividad y perdieron el interés por la investigación.
La China de los noventa tenía la actitud, pero carecía de la aptitud, y enviaba a sus mejores estudiantes a universidades occidentales para compensarlo. Rusia abrió antes que los europeos sus universidades a miles de estudiantes extranjeros, actuaron con actitud buscando su aptitud; Hoy en EEUU su actitud y su aptitud son el soporte de potencia dominante.
Los europeos se extinguen sin innovaciones y aumento de la productividad; el crecimiento basado exclusivamente en una ética normativa y cooperativa lo lleva camino de la extinción. Nadie recuerda ahora cuando su aptitud y actitud plasmada en el pasado productivo con la invención del automóvil revolucionara nuestra forma de vida. Para la economía alemana, el automóvil fue un invento que no dejó de generar beneficios, hasta hace una década, ¿pero desde 1985 hasta 2015 entonces sólo vivieron de ello? Perdieron su actitud de avanzar y ahora ha finalizado un ciclo de innovación que dejó una importante industria automotriz, pero ya no es muy rentable. El futuro de los automóviles es eléctrico, digital y, en particular, chino. Alemania perdió y con ella Europa también.
Lo sorprendente ahora es que en la época de la IA también están afuera, durmieron en su aptitud pero olvidaron la actitud y con ello no vieron la posibilidad de competir en el mercado, la pésima noticia se crece con economías más pobres y más presionadas a cumplir exigencias OTAN por las suposiciones de macabros lideres que utilizan el miedo como herramienta de sometimiento mientras testimonian descensos escandalosos a sus economías de producción local sometidas a normas de la UE. Pero nada tan dramático como la cancelación de puestos de trabajo por el ingreso de la IA. Europa se pudrió y durmió en su más profundo interior quedando a la deriva sin competitividad y millones de trabajos creativos y artísticos, de opinión y crítica, incluso de asistencia legal, jurídica y médica se esfuman millones de empleos de nivel medio en el sector tecnológico caerán. No todo está perdido, queda apostar por la aptitud y recuperación de la actitud desde la fe olvidándose del relativismo que degenera y mata




