En Estambul Irán, Francia, Alemania y Reino Unido empiezan otra ronda de negociaciones sobre programas nucleares / Irán preparaba negociaciones EEUU. cuando Israel lanzó un ataque militar / EEUU y la UE no condenaron, se silenciaron y aplaudieron. Apoyaron el “trabajo sucio que Israel nos está haciendo a todos»/ Los lideres en Irán creen que el mundo exige su rendición y los deja solos, con el riesgo constante de ser traicionados e invadidos.
A menos que Occidente comience a comprender la historia iraní —y la mentalidad que ha creado entre sus líderes—, seguirá malinterpretando las acciones de Teherán. Lo que desde fuera suele parecer agresión o terquedad, en la mente de quienes toman las decisiones iraníes, es un acto de defensa arraigado en una profunda memoria nacional.
Durante siglos, Irán ha vivido bajo la sombra de la invasión, la traición y el aislamiento. Irán debe confiar únicamente en sí mismo. No es una cuestión de paranoia. Es un instinto de supervivencia.
Irán ha sido moldeado por un trauma que se remonta a más de mil años, una y otra vez, Irán se ha enfrentado a tropas extranjeras en su territorio. Y en cada ocasión, nadie acudió en su ayuda.
Esa profunda cicatriz histórica explica las decisiones de los líderes iraníes más que cualquier discurso. Es por eso que ven la autosuficiencia militar no como una agresión, sino como una garantía. Es por eso que ven la diplomacia con recelo, y por eso incluso los moderados en Teherán dudan en confiar en las intenciones occidentales.
Irán ha sido traicionado en el siglo XX; un golpe de Estado de 1953 contra el primer ministro Mohammad Mossadegh, elegido democráticamente, pero que la CIA y el M16 promovieron pese a que buscó la colaboración con EEUU para contrarrestar la influencia colonial británica. La respuesta fue promover su derrocamiento, para proteger los intereses petroleros británicos.
Tras el 11-S Irán colaboró con EEUU contra los Talibanes y apoyó la posguerra en Afganistán. Apenas unas semanas después, fue catalogado por parte de George Bush como parte del “eje del mal”.
En 2015, Irán aceptó inspecciones nucleares. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) cumplió 15 veces entre 2016 y 2018. En 2018, el presidente Donal Trump se retiró unilateralmente e impuso sanciones más severas.
En 2025, tras cinco rondas de conversaciones entre el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, y el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, con la mediación de Omán, se programó una sexta ronda. Dos días antes del encuentro las fuerzas israelís atacaron a Irán. Pero Israel no actuó solo, intervino EEUU y atacó las bases nucleares, el presidente Donal Trump elogió públicamente la operación y amenazo con más ataques si Irán se niega a renunciar a partes clave de su programa nuclear.
En Teherán ahora se piensa que occidente puede hablar el lenguaje del diálogo, pero actúa con el lenguaje de la fuerza y la violencia.
Hoy Julio 25 de 2025 en Estambul se inician segunda ronda de negociaciones sobre programas nuclear iraní. Irán, Francia, Reino Unido y Alemania han comenzado. El tema ser sobre el levantamiento de sanciones y conversaciones pacificas de programa nuclear.
No importa quién gobierne Irán, existe una convicción fundamental: no se puede confiar en que Occidente cumpla su palabra, cumpla sus acuerdos ni respete la soberanía iraní.
Esta mentalidad puede frustrar a los diplomáticos occidentales. Pero ignorarla conduce a políticas condenadas al fracaso. Si Occidente desea un resultado diferente con Irán, debe dejar de fingir que está trabajando desde cero. La historia entra en todas las salas antes de que se pronuncie una sola palabra. Y en el caso de Irán, la historia siempre dice lo mismo: estás solo, así que actúa en consecuencia.
Hasta que esa narrativa sea interrumpida, Irán seguirá haciendo exactamente lo que la historia les enseñó a hacer: resistir.