El interés por los medios tradicionales cae vertiginosamente, como nunca. Al leer estas líneas en este medio independiente y curador de información quizás piense que le voy a hacer pasar un mal rato, tranquilo siga, solo pretendo entregar datos, entorno de la libertad de opinión fuera del sistema que está cada vez más forzada a mentirse y que hace que cada vez más esa libertad coartada actúe como medio de presión para decir lo que no se quiere decir.
El sesgo abusivo y obligado de medios de comunicación tradicionales y la impostora posición de algunos en redes, aleja a las personas, sobre todo a las más jóvenes, es un fenómeno mundial, la “evitación de noticias” Una reacción a la infoxicación (Exceso de información).
Es común hoy trascender comentarios como que el consumo de noticias impacta la estabilidad emocional. El creciente desinterés de ver noticias es en esencia la cruda realidad, según Digital News Report y LP7D, cuatro de cada diez personas evitan las noticias y la misma relación, o sea el 40 %, no cree en lo que publican. Sobre hábitos digitales de consumo el Instituto Reuters consultó a más de 95.000 personas en 47 países con similares resultados.
La incursión de plataformas en el consumo y la producción de noticias, más visuales cambió actitudes en las audiencias de noticias influidas ahora incluso por la IA, creadores de contenidos, influenciadores y todo en un marco de pagar por estar informado.
Las organizaciones de prensa no pierden control sobre datos evidentes de huidas de audiencias noticiosas y sus análisis no escapan de su propósito, intentan una realidad conjunta frente al nuevo consumidor de noticias con experiencias más reducida (veloz y veraz) en la actualización, sin abandonar vicios de dominación, disimulan contenidos sin reserva, excluyen la calidad de la fuente y olvidan el rigor profesional.
La desconfianza hacia las empresas de noticias está determinada por audiencias que interpretan mejor los enfoques alarmistas y la suspicacia que induce desinformación y mala información.
Huyen las audiencias porque además quieren que las noticias sean más útiles que entretenidas, en los años 80´s y 90´s los noticieros informaban, educaban, entretenían y construían historias de crecimiento personal en 30 minutos, ahora desinforman no educan, no entretienen y cuentan historias para sus perspectivas y las de sus aliados en espantosas 3 y hasta 4 horas. Con los mismos formatos y las mismas caras, que tedio.
Los descensos más notables en el interés por el consumo de noticias se suceden en Argentina (del 77 % al 43 %), Francia (del 59 % al 36 %), España (del 85 % al 51 %), EE. UU. (del 67 % al 49 %) y Reino Unido (del 70 % al 53 %). Las cifras corresponden a situaciones de conflicto interno con influencias directas de sus gobiernos que limitan la libertad y censuran fuentes de noticias que consideran hostiles. También en entornos de aparente libertad algunos temas fatigan a sus audiencias en el mundo y crece el recelo mediático que apenas alcanzan un 36% de confianza.
La confianza decrece en la conexión con las noticias, la condición de consumir noticias y de relacionarse es cada vez más incierta y menos atractiva.