Tras 20 años Bolivia le apuesta a la derecha de Rodrigo Paz Pereira, elegido como nuevo presidente. / Es el cierre del ciclo de Evo Morales, de una democracia de carácter autoritario en donde el oficialismo tenía una concentración muy alta del control en todos los poderes del Estado y eso lo llevó a decepcionar a su propio electorado por corrupción ética y moral.
Ha sido el cierre de la época de Evo Morales. Eso no significa, obviamente, el final de las ideas de la izquierda. Pero “Evo no impulsa otra cosa más que sus propias ansias de poder, por lo que no representa ninguna propuesta detrás de la que la gente se pueda encolumnar”, declara un periodista local.
En Bolivia se abre un nuevo momento en que se le dará una oportunidad a la derecha para volver a encaminar al país. Esa es la gran apuesta, volver al exitoso momento que, a comienzos de siglo, gracias a la exportación de hidrocarburos, con un crecimiento récord del PBI per cápita y millones de bolivianos que dejaron atrás la pobreza. Pero el despilfarro y la falta de estrategias de inversión determinan un desastre económico que toca crueldad al país.
Con datos al 98.2% del reporte oficial, el Partido Democrático Cristiano con Rodrigo Paz Pereira alcanzó el 54,53% de los votos contra el 45,5% que obtuvo Alianza Libre del expresidente Jorge Quiroga.
Paz aseguró que “quiere un gobierno sin ideologías” que acabe los enfrentamientos y consolide la unidad: “Desde la victoria extendemos la mano para gobernar con todos los hombres y mujeres que quieran a la patria”. Este no es un problema ideológico, porque sabemos los bolivianos que la ideología no da de comer. Lo que da de comer es el derecho al trabajo, lo que da de comer son las instituciones fuertes, el respeto a la propiedad privada, lo que da de comer es tener certidumbre en tu futuro, y eso es lo que queremos trabajar”.
Rodrigo Paz, de 58 años de edad, sucederá a Luis Arce como primer mandatario; el 8 de noviembre deberá asumir el mando del país junto a su compañero de fórmula Edmand Lara como vicepresidente.