Fue el primer país de Europa afectado por la pandemia en febrero de 2020
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Toda Italia es ahora zona de «bajo riesgo» sin máscaras para el coronavirus, lo que marcó un hito dramático para el primer país europeo en ser golpeado por la pandemia mundial en febrero de 2020.
El Ministerio de Salud clasificó por primera vez a cada una de las 20 regiones de Italia como «blancas», lo que significa bajo riesgo, bajo el sistema de clasificación codificado por colores del país que evalúa el riesgo de Covid-19.
Eso significa que las mascarillas ya no serán obligatorias en las áreas al aire libre, una buena noticia en todo el país, donde se espera que una ola de calor en curso empuje las temperaturas a más de 40 grados centígrados en algunas áreas del sur esta semana.
Una vez que fue un símbolo de la crisis del coronavirus en Occidente, donde se vieron imágenes de camiones del ejército que transportaban ataúdes desde la morgue desbordada en la ciudad norteña de Bérgamo en todo el mundo, Italia ha visto caer en picado las infecciones y muertes por Covid-19 en las últimas semanas.
Un tercio de la población de Italia mayor de 12 años ha sido vacunada hasta el domingo, o 17.572.505 personas, según el gobierno.
Con la prohibición de ingresar al país durante mucho tiempo, los turistas de la Unión Europea, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y Japón están ahora de regreso después de que el gobierno eliminó un requisito de cuarentena para los visitantes vacunados o aquellos que dieron negativo en la prueba.
A pesar de los avances, el ministro de Salud, Roberto Speranza, instó a los italianos a estar atentos.
«Es un resultado alentador, pero aún se necesita cautela y prudencia, especialmente debido a las nuevas variantes», escribió Speranza, luego de firmar la ordenanza el sábado. «La batalla aún no está ganada».
Después de un largo período que comenzó en noviembre de bloqueos regionales totales o parciales para combatir una segunda ola de infecciones por coronavirus, las restricciones se relajaron en toda Italia a fines del mes pasado. Todo el país se convirtió en una «zona amarilla», lo que trajo más libertades pero mantuvo un toque de queda nocturno que acortó el horario de los restaurantes.
A medida que el gobierno eliminó gradualmente las restricciones en el transcurso de junio, el único obstáculo, hasta el lunes, era el Valle de Aosta, la pequeña región alpina del noroeste.
En Italia, más de 127.000 personas han muerto por complicaciones relacionadas con Covid-19, mientras que más de cuatro millones de personas han sido infectadas.
