La Comisión Primera de Cámara, aprobó en primer debate el Acto Legislativo que regula el cannabis de uso adulto, un primer paso para avanzar contra la fallida guerra contra las drogas en Colombia. Para su autor el Representante Juan Carlos Losada, significa un mensaje contundente que hoy envía el Congreso, pues, a su juicio, no tiene ningún sentido que los colombianos tengan derecho a consumir cannabis de uso adulto pero no tengan derecho a adquirirlo de manera legal en un mercado regulado, sino que por el contrario, se vean obligados a comprarlo a redes de traficantes que son los que se han lucrado con la política prohibicionista.
Por ello, la regulación, frente a la salud pública, resulta más eficiente que el prohibicionismo. El mercado controlado permite determinar cómo, quién, dónde y qué se consume, permitiendo alejar a los menores de edad y población en riesgo de cualquier tipo de consumo.
Para el Representante Losada: “Es solo a través de la regulación como le vamos a hacer frente al problema delincuencial que genera la ilegalidad, solo a través de la regulación vamos a ser capaces de hacerle frente a la máquina de guerra de los jíbaros y de los narcotraficantes. Este proyecto no es un favor para los narcotraficantes, muy por el contrario, el favor es mantener la prohibición, la ganancia está en la ilegalidad del producto que se vende. Ahí es donde está el negocio de la droga”.
Desde 1994 la Corte Constitucional estableció que el porte y el consumo de drogas son acciones que se dan en ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad y de la autonomía de la persona y que no deben ser penalizadas, además porque, en sí mismas, el porte y consumo no afectan los derechos de las demás personas. (Sentencia C-221 de 1994).
Según el autor y coordinador ponente: “La Corte Constitucional ha dicho que es absurdo que se permita el porte y consumo de marihuana y que al tiempo se impida regular la actividad de venta. Si el consumo está permitido, toca regular el mercado como un paso necesario para reducir los riesgos asociados con el consumo. Venta y consumo son actividades inescindibles pues no puede existir la segunda sin la primera”.
De igual manera, el representante afirmó que el proyecto no sólo se debe ver desde la perspectiva antidrogas, sino también debe ser estimado como un gran incentivo para la economía: “Así como el alcohol y el tabaco están regulados y pagan impuesto, los impuestos al consumo del cannabis pueden ser una fuente de financiación para programas sociales, de salud y de educación, incluso significaría una reactivación económica pos pandemia”.
Despenalizar el uso adulto del cannabis nos dará la oportunidad única de ingresar a un mercado que se estima llegará a los USD $50 mil millones en Estados Unidos y de los que Colombia podría obtener $250 millones de dólares en el año 2025-
El informe de ponencia del proyecto enmarca como otro punto importante, que la regulación de la marihuana para uso adulto puede llevar a que el país ahorre importantes recursos en políticas punitivas y sobrepoblación carcelaria.
Con información de la Cámara de Representantes.