Tras el acuerdo arancelario entre el presidente de EEUU Donal Trump y la presidenta de la comisión europea Úrsula Von der Leyen, un pequeño estado alemán estima la amenaza primaria de convertirse en el primer gran perdedor/ Industria y política prenden alarma/ Un acuerdo con Trump pretende aliviar la carga sobre la economía europea. Pero las promesas de von der Leyen podrían socavar drásticamente la agenda.
Este es simplemente un mal acuerdo, uno que era políticamente necesario. Se supone que satisface a ciertos sectores industriales, pero los costos son increíblemente altos. Por cierto, los costos ambientales también lo son.
El acuerdo arancelario según un estudio de la Universidad de Ciencias Aplicadas del Sarre y la Cámara de Industria y Comercio del Sarre, a medio y largo plazo podrían perderse hasta 17.000 empleos en los sectores de la automoción, el acero y la ingeniería mecánica, lo que supone un duro golpe para un estado ya de por sí estructuralmente débil.
“Los aranceles afectan a nuestras principales industrias, no solo directamente, sino sobre todo a través de efectos indirectos fatales como insumos más caros y cadenas de suministro interrumpidas”, advierte el director general de la Cámara de Comercio e Industria, Frank Thomé, en el estudio. «von der Leyen aparentemente se ha olvidado de la industria siderurgica»
Lo que es especialmente problemático es que el acero y el aluminio seguirán sujetos a un arancel del 50 por ciento, en el futuro se aplicará un arancel del 15 por ciento a la mayoría de los bienes industriales de la UE.
