En medio del fuego cruzado que, las últimas semanas, ha copado la atención de los colombianos, ha levantado una bandera el papel que juega la prensa, en el amplio sentido de la palabra, sobre el equilibrio informativo que debe caracterizar la función social que cumple, en una sociedad declarada abiertamente democrática y en la que su libertad se enmarca dentro de las garantías constitucionales propias de un Estado social de derecho.
Buena oportunidad para reflexionar sobre las amenazas que se ciernen para este oficio en medio de la turbulencia, pero también sobre los abusos que, encaramados en el pedestal de la moralidad, se cometen en esa carrera atropellada por llegar primero a la ‘verdad’. Lo primero que hay que advertir es que, ante la invasión de las redes sociales, esta nos llega en fragmentos, a pedacitos, contada en pequeños extractos de la realidad, y en la mayoría de oportunidades, sin el antes ni el después. Entonces ya no es una sino muchas ‘verdades’ afanadas, sin contraste y ponderación.
“La libertad de prensa no puede aparecer y desaparecer, como sacada del sombrero de un mago, para obedecer las órdenes de los propietarios de las empresas periodísticas o de quienes dominan los poderes políticos, económicos y sociales, ante los cuales el derecho a la información de los colombianos se doblega con más frecuencia de lo que se admite”, opina la columnista Cecilia Orozco Tascón.
“Semana, no nos digamos mentiras, era como una élite del periodismo, socialistas de estrato 6. Yo no pertenecía a esa rosca”, responde la directora de esta revista Vicky Dávila a la periodista María Isabel Rueda, hundiendo el dedo en una de esas llagas que, en este gremio, se sabe que rasca e inflama. La arrogancia es uno de sus lastres.
La periodista y librera Claudia Morales tercia en esa conversación de la siguiente manera: “El periodismo debe existir y es nuestra responsabilidad defenderlo para que así sea. Pero, al igual que con Petro, al gremio le sobra soberbia”. Un acto de contrición necesario en un momento de nuestra historia en el que la prensa cumple un papel fundamental.
