Con el propósito de generar un diálogo estratégico alrededor de la participación del sector salud en la agenda nacional de cambio climático y la justicia ambiental, se llevó a cabo el encuentro para la adaptación al cambio climático en el Ministerio de Salud y Protección Social.
El diálogo, que integró agentes del orden nacional y regional, se trazó como uno de sus objetivos analizar las alternativas para establecer el plan de adaptación de los efectos del cambio climático en Colombia, de cuya implementación se derive también el fortalecimiento del Plan Nacional de Desarrollo.
Para Luis Alberto Martínez, viceministro de Protección Social, el propósito que orienta esta reflexión se encamina a incluir la salud y el cambio climático en la agenda nacional.
Del diálogo, que sentó la base de una mesa de trabajo integrada por representantes de la academia, el Ministerio de Salud y el IDEAM, surgió el interés de concentrar acciones en la adaptación, más que en la mitigación al cambio climático, así como descarbonizar el sistema de salud para fortalecer el sector.
Entre otros, a la reunión asistieron también el delegado de la Organización Panamericana de la Salud, Guillermo Gonzalvez, Ana María Blandón Posada, directora de Relacionamiento Estratégico de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, así como Eliana Martínez Herrera, directora de Relacionamiento Estratégico, Daniel Cuartas Arroyave, director de la Escuela de Salud Pública y Fabián Méndez Paz, director del Grupo Epidemiología y Salud Poblacional de la Universidad del Valle, entre otros.
Paz total
El Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 (PND 2022-2026), Colombia potencia mundial de la vida concreta el inicio de una transición que debe desembocar en la paz total, que no es otra cosa que la búsqueda de una oportunidad para que todos podamos vivir una vida digna, basada en la justicia; es decir, en una cultura de la paz que reconoce el valor de la vida en todas sus formas y que garantiza el cuidado de la casa común.
Este PND 2022-2026 reconoce las diferencias territoriales y culturales y, por eso, plantea que las transformaciones que deben operar en este gobierno de transición para el cambio deben surgir en lo local y expandirse a las regiones para buscar la convergencia de las demandas y proponer programas integradores que maximicen los recursos disponibles. Este Plan combina las voces manifiestas en los diálogos regionales con los compromisos previos del Estado y con los acuerdos y determinaciones internacionales. Está compuesto por cinco transformaciones:
- Ordenamiento del territorio alrededor del agua
- Seguridad humana y justicia social
- Derecho humano a la alimentación
- Internacionalización, economía productiva para la vida y acción climática
- Convergencia regional.
En cuanto al ordenamiento territorial se busca materializar el enfoque y alcances de esta transformación garantizando una planeación para la vida y el agua como eje ordenador.
Para el fortalecimiento de la Justicia ambiental y gobernanza inclusiva el gobierno del cambio contribuirá a ordenar el territorio alrededor del agua con la participación de las comunidades bajo el enfoque de justicia ambiental. Se avanzará en la actualización e implementación de los instrumentos de planificación que fomenten la revitalización de las economías locales con la adaptación al cambio climático. Se buscará la armonización entre la función ecológica del agua, la prestación del servicio público y la democratización de su acceso y uso.
Autocuidado y bienestar
Seguridad humana y la justicia social: los cambios que se plantean están orientados a la garantía de los derechos y del bienestar integral de la población. Concebir el vivir sabroso como un estado de bienestar social, económico, cultural y político, requiere consolidar una gran apuesta en común donde la relación Estado – Sociedad armoniza sus esfuerzos para generar las condiciones requeridas para convertir a Colombia en una potencia mundial de la vida. Este objetivo implica la protección integral de la población, la provisión de servicios sociales sin dejar a nadie atrás, y el acceso a la justicia centrado en las personas, comunidades y territorios.
En lo que respecta a la tercera de estas dimensiones que comprende «Bienestar mental, físico y social de los individuos», se propone que la promoción de los derechos humanos la autonomía y no discriminación de las personas y comunidades implica realizar intervenciones desde diferentes sectores de gobierno, para generar entornos seguros, protectores que brinden bienestar, reconociendo que estos factores junto con el autocuidado son fundamentales para garantizar la calidad de vida y el bienestar para todos los grupos poblacionales sin discriminación.
Uno de los grupos de acciones propuestos se relaciona con «Salud, ambiente y cambio climático» y define que la salud pública se orientará a fortalecer la salud ambiental y todos los procesos de adaptación y mitigación del cambio climático a través de la investigación, la inspección, vigilancia y control, la gestión de políticas, la participación y movilización social con enfoque de justicia climática.
Con información y foto del Ministerio de Salud.