Estados Unidos advirtió en el pasado que China es su «desafío geopolítico más trascendental» Joe Biden, señaló que Beijing tiene «la intención y la capacidad cada vez mayor de transformar el orden internacional».
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En el Congreso del Partido del PCCh, el presidente Xi Jinping señaló en su discurso de apertura que China quiere un orden económico basado en reglas en el que no debería haber presión mutua ni interferencia en los asuntos internos de otro estado.
Al llegar Xi por un tercer periodo, Europa quiere redefinir su relación con China, se infunda en una nueva política hacia China, esta realidad debe estar basad en realismo y no en ingenuidad. China ya no es vista como un socio sino como un rival.
China se fortalece internamente y asciende para convertirse en la primera potencia global, es una amenaza para unos y una oportunidad para otros.
Algunos países como Alemania no están dispuesto a renunciar al mercado chino, aplicaran en la cooperación cuidados extremos, los chinos son muy críticos pero certeros y en Europa la mayoría de las empresas saben que no tiene sentido renunciar a este mercado duro.
Europa puede aprovechar el momento y desligar de la intimidación que aplica EE. UU. a través de hacer cumplir la ley de los EE. UU. fuera de su territorio.